Págate a ti mismo primero: la clave que te hará ahorrar dinero fácilmente (Aunque Ganes Poco)

¿Harto de llegar a fin de mes con la cuenta tiritando? ¿Sueñas con ahorrar, pero el dinero se te escapa como agua entre los dedos? ¿Ganas tan poco que crees que ahorrar es imposible? Tranquilo, no eres el único. La mayoría estamos en el mismo barco (o, mejor dicho, en la misma balsa a la deriva).

Yo también he estado ahí y se que puede parecer que no puedes ahorrar. Pero te aseguro que se puede. Cientos de alumnos lo han conseguido (y no ha sido porque les ha tocado la lotería, sino por cambiar la forma de hacerlo).

En el vasto universo de las finanzas personales, donde las tarjetas de crédito acechan y los gastos imprevistos se multiplican como gremlins bajo la lluvia, te voy a revelar un secreto que puede cambiar tu vida financiera para siempre: Págate a ti mismo primero, que eres el que genera el ingreso.

Funciona SIEMPRE. Y si no te funciona, ¡me lo cuentas! Pero no será por falta de ganas ni por no intentarlo. Y no, no es magia potagia ni una fórmula milagrosa. Es un concepto tan simple como poderoso: antes de pagar facturas, deudas, caprichos o cualquier otra cosa, separa un porcentaje de tus ingresos para ti, para tu futuro, para tus sueños.

Puede parecerte simple, pero te aseguro que aplicar esta técnica sencilla de entender te hará ahorrar dinero con pocos ingresos (o muchos), ganes lo que ganes.

Incluso si tienes deudas, puedes empezar a apartar algo para el futuro y cambiar tus finanzas para siempre.

También hablé del tema en este episodio de mi podcast:

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¿Qué Significa «Págate a Ti Mismo Primero»? (Y Por Qué Debería Importarte)

Pagarse a uno mismo primero es un método que se centra básicamente en separar un porcentaje de cualquier ingreso que recibas antes de nada más y el objetivo es que consigas ahorrar una cantidad realista y para ello debes cambiar hábitos.

La técnica de «Págate a ti mismo primero» es como ponerte la mascarilla de oxígeno en un avión antes de ayudar a otros. Suena egoísta, ¿verdad? Pero si no te cuidas tú, ¿cómo vas a cuidar de los demás?

Con el dinero pasa lo mismo. Si no te aseguras de ahorrar una parte de tus ingresos, nunca tendrás la tranquilidad financiera que necesitas para vivir la vida que quieres.

La idea es simple: en lugar de gastar primero y ahorrar lo que te sobre (si es que sobra algo), ahorras primero y gastas lo que te queda. Es como cambiar el orden de los factores en una ecuación:

  • Fórmula tradicional (la que NO funciona): Ingresos – Gastos = Ahorro (si hay suerte)
  • Fórmula «Págate a ti mismo primero» (la que SÍ funciona): Ingresos – Ahorro = Gastos

Es como si le dijeras a tus gastos: «Espera tu turno, primero va mi yo del futuro». Al principio te parecerá un cambio sutil, pero te aseguro que la diferencia es abismal. Es como pasar de ser un hámster en una rueda a ser el dueño del circo.

El Concepto detrás de «Págate a Ti Mismo»

Este principio, popularizado por autores como Brian Tracy o Robert Kiyosaki en su libro «Padre Rico, Padre Pobre«, no es solo una técnica de ahorro, es una filosofía de vida. Se trata de priorizar tu futuro financiero, de poner tus metas y sueños por delante de los gastos del día a día.

Pero el primer libro en el que leí sobre esta estrategia fue en «El Hombre más Rico de Babilonia«, como te digo en el episodio:

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No se trata de ser un rata ni de vivir como un monje, sino de ser consciente de tus gastos y de asegurarte de que estás construyendo un futuro financiero sólido. Es como plantar un árbol: si no lo riegas al principio, nunca crecerá y te dará sombra (y frutos).

El Mito del Ahorro Imposible (Aunque Ganes Poco)

Muchos piensan que ahorrar es solo para los que tienen sueldos de seis cifras. Brrrrr ¡Error! No hace falta que seas Amancio Ortega para empezar a ahorrar.

El gran secreto es este. Un euro ahorrado, es un euro ganado. Aunque te parezca una miseria, ese euro puede ser el inicio de tu imperio financiero. La clave está en crear el hábito de ahorro, sin importar la cantidad.

Si ganas poco, empieza ahorrando un 5% de tus ingresos. Lo que mucha gente no ve es que ese hábito, si más adelante en la vida te va mejor (que suele ser lo normal), podrás aumentar gradualmente el porcentaje a medida que te vayas adaptando y vayas viendo los resultados y ahí es cuando se va a notar.

Si siempre te lo has gastado todo porque, “total, ¿pa que?”, cuando tengas esa mejora financiera, te lo seguirás gastando todo, porque es lo que has hecho siempre. Lo importante es empezar, aunque empieces con 1 € al mes.

¿Cómo se Aplica «Págate a Ti Mismo Primero» en la Vida Real?

Implementar esta estrategia es más fácil que aprender a montar en bici (y mucho menos doloroso) y una vez que lo logras, te preguntas cómo viviste sin ello hasta ahora. Aquí te dejo los pasos básicos:

  1. Define tus metas de ahorro: ¿Para qué quieres ahorrar? ¿Para un fondo de emergencia, para la entrada de una casa, para viajar, para tu jubilación? Ten claro tus objetivos, porque eso te motivará a seguir adelante.
  2. Calcula tu porcentaje de ahorro: ¿Cuánto necesitas ahorrar para alcanzar tus metas? ¿Cuánto puedes ahorrar cada mes? Empieza con un porcentaje pequeño (el 5%, el 10%) y ve aumentándolo gradualmente. Lo importante es crear el hábito. La regla 90/10 que comento puede ser un buen punto de partida.
  3. Automatiza el proceso: Configura una transferencia automática desde tu cuenta corriente a tu cuenta de ahorro cada vez que recibas tu nómina (o cualquier ingreso). Así te aseguras de que el dinero «desaparece» antes de que tengas la tentación de gastarlo en ese gadget último modelo que no necesitas.
  4. Monitorea y ajusta tus gastos: Revisa tus progresos periódicamente y ajusta tu estrategia si es necesario. Si ves que no te queda suficiente dinero para cubrir tus gastos después de ahorrar o ves que estás gastando más de lo previsto en una categoría, es hora de revisar tu presupuesto y recortar gastos innecesarios en otra.

Considera este dinero como intocable, como si estuviera protegido por un dragón con un mal día que escupe fuego. ¡Ni se te ocurra gastarlo!

Cómo Empezar a Ahorrar (Sin Sacrificarte en Exceso)

No se trata de vivir como un lonchafinista extreme ni de renunciar a todo lo que te gusta. Se trata de encontrar un equilibrio entre disfrutar del presente y construir tu futuro financiero. Empieza con un porcentaje de ahorro pequeño y ve aumentándolo gradualmente a medida que te vayas adaptando.

  • Reduce tus gastos hormiga: Identifica y reduce esos pequeños gastos diarios que parecen inofensivos pero que, sumados, hacen un agujero en tu presupuesto. El café de la mañana, las chucherías, el tabaco… ¡acaba con ellos! Son como las pequeñas goteras en casa: aunque al principio no les des importancia, al final terminan inundándolo todo (tu bolsillo, en este caso).
  • Ahorra en tus facturas: Busca alternativas más económicas para la luz, el agua, el gas, internet… ¡Y negocia con tus compañías para que te bajen la tarifa! Si no consigues nada, cámbiate.
  • Pásate al minimalismo: Reduce el consumo de trastos que no necesitas y vive una vida más sencilla y consciente. Además de ahorrar dinero, ganarás en tranquilidad y paz mental. Lo mismo que te pasa cuando cambias el coche viejo por uno nuevo o cuando cambias tu móvil por un modelo de otra marca, te vas a dar cuenta de que no era necesario gastarte esa pasta.
  • Aprovecha los descuentos y ofertas: Busca chollos en los supermercados, en las tiendas online, en los outlets y aprovecha los días sin IVA.
  • Recorta gastos y haz más planes gratuitos: ¿Crees que divertirse tiene que ser caro? ¡Pues no! Hay un montón de actividades gratuitas (o muy baratas) que puedes hacer: ir al parque, pasear por la ciudad, hacer deporte al aire libre, leer un libro en la biblioteca, ver una película con amigos en casa…

Con un poco de organización, podrás ahorrar aunque tengas unos ingresos ajustados. Es cuestión de priorizar, de ser consciente y de tener disciplina.

Lo primero para ahorrar: Querer Ahorrar (de Verdad)

Debes saber que no hay plantillas de Excel, Notion o Google Sheets, tutoriales de YouTube, ni trucos suficientes para que mejores tu capacidad de ahorro, por la sencilla razón de que ahorrar más es algo que depende única y exclusivamente de ti.

Ahorrar implica gastar menos, y para eso hace falta voluntad, capacidad de sacrificio y disciplina. No te engañes, no es fácil, pero merece la pena. No te dejes engañar con el concepto de “frugalidad feliz”. A largo plazo te hará muy feliz, sí, extraordinariamente feliz, porque el ahorro te dará seguridad y libertad, pero a corto plazo requiere esfuerzo y sacrificio. No es sexy.

Pero para eso, para llegar a tener esos ahorros y a ser “el que tiene la pasta en la mano”, tienes que querer ahorrar, de verdad. Y eso es un paso muy difícil, porque muchas veces nos autoengañamos con lo de “es que no puedo”, “es que no me da”, etc.

La Clave: Vivir por Debajo de Tus Posibilidades

Al final, todo se resume en que si ganas 5, gastas 4 y ahorras 1. Punto. Todo lo demás da igual. Y es que tienes que tener claro que si gastas más de lo que ganas (o peor, vives a crédito), da igual lo que hagas o lo que intentes, no vas a tener un balance positivo y no podrás ahorrar. Lo principal es gastar menos de lo que ganas.

Si tienes claro que la base de una salud financiera sana es gastar menos de lo que ganas, te aseguro que estarás más cerca de lograrlo. Y aunque parezca una obviedad, para la mayoría de las personas es algo muy complicado.

Deberes:

  1. Decide querer ahorrar.
  2. Empieza a vivir por debajo de tus posibilidades.

Beneficios de Priorizar tu Ahorro Personal

Priorizar tu ahorro personal trae más beneficios que una tarjeta de fidelidad bien aprovechada:

  • Construyes un colchón financiero: Tendrás dinero para afrontar imprevistos (averías, enfermedades, etc.) sin tener que recurrir a préstamos ni tarjetas de crédito,  evitando que tu cuenta bancaria se convierta en un agujero negro en momentos críticos.
  • Alcanzas tus metas más rápido: Al ahorrar de forma constante, estarás más cerca de conseguir tus objetivos (comprar una casa, viajar, jubilarte…).
  • Reduces el estrés financiero: Saber que tienes un colchón de seguridad te dará tranquilidad y te permitirá dormir mejor por las noches.
  • Creas el hábito del ahorro: Además, al pagarte a ti mismo primero, empiezas a crear el hábito del ahorro, un músculo financiero que se fortalece con el tiempo. Una vez que te acostumbres a ahorrar, te resultará más fácil hacerlo de forma automática.

Al tener ahorros, tienes más poder de negociación en situaciones como la compra de una casa, un coche o incluso al pedir un aumento de sueldo.

¿Cómo «Págate a Ti Mismo Primero» Ayuda a Conseguir la Libertad Financiera?

La libertad financiera no es un sueño inalcanzable. Es una meta que puedes conseguir si te lo propones y si sigues una estrategia inteligente. Y «Págate a ti mismo primero» es una de las estrategias más efectivas para lograrlo.

Al ahorrar e invertir de forma constante, estás construyendo un patrimonio que, con el tiempo, te generará ingresos pasivos. Y esos ingresos pasivos son los que te permitirán vivir sin trabajar (o trabajando solo en lo que te gusta).

Estrategias para Separar un Porcentaje de tus Ingresos: ¿cómo lograrlo?

Si algo necesitas es disciplina. Esto no significa que debas vivir como un monje tibetano, meditando sobre el costo de cada café latte. Piensa en ello como un impuesto que te pagas a ti mismo… ¡y este sí vale la pena!

  • La regla 50/30/20: Destina el 50% de tus ingresos a gastos básicos, el 30% a gastos personales y el 20% al ahorro e inversión.
  • El método de los sobres: Divide tu dinero en efectivo en sobres con diferentes categorías de gasto (comida, transporte, ocio, etc.).
  • Usa mi Plantilla de Notion o una app de presupuesto: ¿Qué te voy a decir yo de mi Plantilla? Pues que es la caña y está refinada y en proceso de mejora continua, pero también hay muchas apps que te ayudan a controlar tus gastos y a ahorrar de forma automática o casi.

El Papel de la Constancia y el Hábito del Ahorro

La constancia es la clave del éxito en cualquier ámbito de la vida, y las finanzas no son una excepción. No se trata de ahorrar mucho un mes y olvidarte al siguiente. Se trata de crear un hábito, de convertir el ahorro en una parte más de tu rutina. No importa si tus ingresos son más bajos que un limbo profesional, el hábito del ahorro funciona sin importar tus ingresos.

Al principio puede costar un poco, pero con el tiempo, se convertirá en algo natural, como lavarte los dientes o ponerte el cinturón de seguridad en el coche. Y cuando veas cómo crece tu cuenta de ahorros, te sentirás más motivado que nunca. Es como una planta que sigue creciendo con el tiempo, siempre y cuando la riegues con regularidad, asegurando un ahorro para que se quede en tu poder.

¿Funciona esto de «Pagarse uno Mismo Primero» Sin Importar tus Ingresos?

¡Por supuesto! Esta estrategia funciona tanto si ganas 1.000 euros al mes como si ganas 10.000. Ya seas un magnate de los negocios o un humilde freelance, el secreto está en la proporción, no en la cantidad. Si ganas poco, empieza ahorrando un 5% de tus ingresos. Si ganas más, puedes aumentar el porcentaje al 10%, al 20% o incluso más.

Así que no te preocupes si no puedes ahorrar una fortuna al mes; lo importante es que empieces, incluso con pequeñas cantidades. Aunque fuera un euro. Con el tiempo, verás cómo consigues ahorrar más cantidades de dinero.

Recuerda, el objetivo no es vivir como un ermitaño lonchafinista, sino encontrar un equilibrio entre disfrutar del presente y construir tu futuro financiero.

Dudas y Problemas Comunes y Cómo Superarlos

Cómo has visto todo es más fácil que el mecanismo de un chupete, pero cuando llegas justo a final de mes (o te sobra mes a final de sueldo), las dudas acechan y los problemas (reales o no) también. Vamos a desmontarlos desde el principio:

  • Tentación de gastar: La tentación es el villano número uno. Es como tener un pequeño demonio financiero en tu hombro, susurrando ofertas irresistibles al oído. La clave para superar esta tentación es recordar tus objetivos de ahorro y mantenerlos siempre en mente. Si te cuesta resistirte a las compras impulsivas, crea una lista de deseos y espera un tiempo (24 horas, una semana, un mes) antes de comprar algo.
  • Adaptar el método a tus circunstancias: Aunque es un método universal, debes adaptarlo a tus circunstancias personales. No es lo mismo ahorrar siendo estudiante que siendo profesional con una familia a cargo. Si tienes ingresos variables o gastos no previstos, ajusta tu presupuesto y tu porcentaje de ahorro en consecuencia. Recuerda que la flexibilidad es tu mejor amiga.
  • No ser Realista: Si tu sueldo es de 1.000 euros, no pretendas ahorrar 500 euros al mes. Empieza con una cantidad más realista (por ejemplo, 50 euros) y ve aumentándola poco a poco.
  • No Incluir Ahorros: Asegúrate de incluir una categoría de ahorro en tu presupuesto, aunque sea una cantidad pequeña. El hábito de ahorrar es más importante que la cantidad al principio, como te he dicho durante todo el artículo.
  • Otros Errores comunes: No ser constante o permitir que los gastos inesperados devoren tus ahorros, no revisar tus progresos, no ajustar tu estrategia… ¡Aprende de los errores de los demás y no los cometas tú! Y, sobre todo, sé paciente. El camino hacia la libertad financiera es una maratón, no un sprint.

En resumen…

Esto de «Págate a ti mismo primero» (aunque suene más a un mantra para el amor propio) es una estrategia sencilla pero poderosa que puede transformar tu vida financiera. Debes ahorrar cada mes, no importa cuanto. Tu empieza ahorrando lo que puedas de cada ingreso que recibas y ve aumentado la cantidad cada vez que te sea posible.

No esperes más para implementarla y comienza a pagarte a ti mismo con el próximo ingreso que recibas y haz que se repita cada mes. Empieza hoy mismo a construir tu futuro y a disfrutar de la tranquilidad que te da tener el control de tu dinero.

Recuerda:

  • Define tus metas financieras.
  • Automatiza tu ahorro.
  • Sé constante y paciente.

Te recuerdo que tengo una clase donde tratamos esto de pagarse uno mismo primero más a fondo.

¡Y no te olvides de compartir este artículo con tus amigos y familiares! Ayúdales a ellos también a tomar las riendas de sus finanzas y a alcanzar la libertad financiera.

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