¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras en una montaña rusa financiera, sin cinturón de seguridad y con el botón de pánico que no funciona? ¿Un gasto inesperado te manda al abismo económico? Pues bien, hoy vamos a hablar de algo que puede que no suene tan apetecible como una cerveza fría en verano, pero que es más esencial que el GPS en un viaje por carretera: la Cuenta de Imprevistos.
Es ese salvavidas financiero que te rescata de las aguas turbulentas de las emergencias económicas. Sí, sí, esa cuenta que siempre has oído mencionar (a lo largo de todo mi contenido he hablado de ella muchas veces), pero nunca te has animado a crear. Vamos a desglosarla para que veas lo importante que es y, más aún, cómo puede salvarte el culo cuello cuando menos lo esperes.
No es tan sexy como un Ferrari, pero te da una tranquilidad que no tiene precio. Seguro que has tenido gastos comunes que te han llegado cuando no esperabas y han fulminado tu presupuesto anual (si es que tenias uno) y te han dejado sin liquidez (sin un euro, vamos).
Tranquilo, mi joven padawan, que en este artículo, te traigo la solución. Te voy a contar qué es esta cuenta, por qué la necesitas y cómo crearla paso a paso (¡sin tener que vender un riñón! o recaudar deudas para un mafioso siciliano).
¿Qué es la Cuenta de Imprevistos? (Y por qué la necesitas como agua de mayo)
Para empezar, ¿qué demonios es una cuenta de imprevistos? Básicamente, es un fondo de emergencia, un pequeño colchón financiero que te permite enfrentarte a gastos inesperados sin mandar al carajo todas tus finanzas personales. No debes confundirlo con el colchón de tranquilidad, este fondo de imprevistos es un paso previo (el primero de todos), pero igual de importante.
Imagina que, de repente, tu lavadora decide que ha llegado su hora y se niega a seguir funcionando. O, peor aún, te llega una factura médica de última hora, o un cambio repentino de trabajo que te deja sin ingresos. ¿Qué haces? ¿Llorar? ¿Pedirle dinero a tu cuñado? ¡Ni hablar! No, mi joven padawan, usas tu cuenta de imprevistos y sigues con tu vida como si nada hubiera pasado.
Pero esto no es algo abstracto que te puede pasar o no, es que lo he vivido en mis carnes y no una vez ni dos. Un día, mi flamante nevera nueva (con algunos años, pero nueva aparentemente) decidió jubilarse anticipadamente y dejó de funcionar. Sin previo aviso, claro, ya te digo que es un clásico. No tenía una cuenta de imprevistos en ese momento y tuve que tirar de la tarjeta de crédito del Carrefour, porque el resto las tenía tiesas ya.
Esto me dejó sin un duro euro hasta la siguiente nómina. ¿La consecuencia? Un mes de comer arroz y pasta, y de paso, añadir más deuda a la lista, todo por no tener una liquidez que me permitiera salvar esta situación. Y encima, había que hacerlo rápido, porque se me estropeaba lo que guardaba en la nevera, que por supuesto (maldita ley de Murphy), era más que un bote de mayonesa y medio limón.
Y esta es mi favorita, tuve un reventón de una rueda del coche. Al revisar, me dijeron que debía cambiar las cuatro ruedas, porque las llevaba tan lisas que parecían de competición. Sin mi fondo de emergencia para imprevistos, esta situación me habría dejado tiritando, en números rojos. Y lo digo porque no es la primera vez que me pasa, y la primera no lo tenía todavía.
Pero, gracias a mi fondo de emergencia, pude pagar y seguir adelante sin problemas. Y es que a los españoles eso de tener ahorrado no nos mola demasiado. Desde que tengo mi cuenta de imprevistos, duermo como un bebé (aunque mi mujer siga viendo películas de terror de calidad cuestionable). ¡La tranquilidad no tiene precio!
Definición clave: La cuenta de imprevistos es tu salvavidas financiero, una reserva que te protege de los gastos inesperados. Es como los preservativos en la cartera. Es mejor tenerlos y no necesitarlos, que necesitarlos y no tenerlos.
¿Quieres saber cómo conseguirla? ¡Sigue leyendo y aprende a crear tu propia cuenta de imprevistos!
¿Cuánto Dinero Necesitas en tu Cuenta de Imprevistos?
Pues sí, esta es la gran pregunta del millón (de euros) que siempre me hacen: ¿cuánto dinero debería haber en esta cuenta? Aquí la respuesta es clara y directa: 2.000 euros. Y los necesitas YA. No es un número al azar, es una cantidad que te permite enfrentar varios gastos imprevistos (en plural, no solo uno) sin despeinarte.
¿Te parece mucho? ¿Crees que no puedes ahorrar esa cantidad? Imagina que tu hijo tiene una enfermedad grave, y yo te digo que tengo la cura… pero que cuesta 2.000 euros. ¿Ahorrarías “poco a poco”? ¿10 euros al mes? ¿Vas a ponerte a hacer un “plan de ahorro”? ¡No! Moverías cielo y tierra para conseguir ese dinero cuanto antes.
Venderías tus posesiones más preciadas, harías horas extras, pedirías un préstamo… Lo que fuera para salvar a tu hijo. Pues con tu cuenta de imprevistos pasa lo mismo. Es la cura para la enfermedad de las emergencias financieras. Mientras no la tengas, estarás a un imprevisto de la ruina.
No esperes a la paga extra ni te pongas a hacer un plan de ahorro a largo plazo. ¡Necesitas esos 2.000 euros YA! Ya sé que puede parecer mucho, pero créeme, con los precios actuales, esta cantidad cada vez parece más ajustada. Y no te preocupes, hay maneras de llegar a esa cifra sin tener que vender un riñón.
¿Crees que es imposible? Te voy a contar una historia: tuve un cliente que no tenía ni un duro, pero necesitaba esos 2.000 euros para su cuenta de imprevistos. ¿Qué hizo? Empezó a vender sándwiches a la salida de los partidos del Madrid.
El primer día, vendió todos los que llevaba en un momento, así que tuvo que ir corriendo a comprar más. Vio el filón y al día siguiente, llevó el doble… ¡y también los vendió todos! Empezó a reinvertir los beneficios, a contratar a otros vendedores, a ir a los partidos del Atleti… ¡Casi monta una franquicia!
Vende lo que no necesitas en Wallapop, busca trabajos extra, recorta gastos… ¡Hay mil maneras de conseguir esos 2.000 euros! Imaginación al poder. Lo importante es que te enfoques en ello como si tu vida financiera dependiera de ello (que, en cierto modo, así es).
Beneficios de tener una cuenta de imprevistos: ¡Duerme como un Bebé!
Tener una cuenta de imprevistos es como llevar un paracaídas en la mochila: esperas no tener que usarlo, pero si la cosa se pone fea, te salva la vida. Es mejor tenerla y no necesitarla, que necesitarla y no tenerla, como te dije antes con los condones. Los gastos inesperados ocurren cuando menos te lo esperas, y para más inri, suele ser el momento más inoportuno. La ley de Murphy en su máximo esplendor.
Pero la “magia” de los gastos inesperados es esa, que ocurren. Tener tu cuenta de imprevistos te libera de la esclavitud de las tarjetas de crédito y los préstamos que te dejan con la cartera y la cuenta corriente temblando cada fin de mes. Podrás andar por la vida de otra forma y afrontar cualquier imprevisto sin tener que comer en caritas. Vas a respirar como hace años que no lo haces.
Yo mismo he pasado por ambos escenarios: sin cuenta de imprevistos, recurriendo a tarjetas y préstamos que me dejaban sin un euro hasta la siguiente nómina; y con la cuenta, respirando tranquilo y sabiendo que podía manejar el golpe sin acabar pidiendo en la puerta de una iglesia.
¿Has tenido que pedir dinero prestado a tu familia o amigos? Yo sí y, créeme, no es agradable. Da vergüenza, te sientes un gorrón, un fracasado incapaz de conseguir lo que otros sí han podido. Y luego está la presión de devolver el dinero, que aunque no te cobren intereses como un banco para mí era imprescindible cumplir con ellos, como ellos hicieron conmigo.
Con una cuenta de imprevistos, te evitas ese mal trago. ¿Te parece poco? Pues te aseguro que no lo es.
Imprevistos vs Gastos Previsibles (¡No te Lies!)
Vamos a poner las cosas claras: un imprevisto es eso que no ves venir, como un meteorito financiero. Y es que tenemos que tener cuidado con lo que llamamos “imprevistos” porque he visto que cada alumno o cliente que he tenido, tenía una definición diferente y englobaba múltiples conceptos también de lo más variado. Seamos serios.
Una cosa son los imprevistos (un gasto que no esperas, como una avería en el coche) y otra los gastos previsibles que no tenemos en nuestro presupuesto anual (seguros, pagos trimestrales, semestrales o anuales) y otra los previsibles sin fecha, como puede ser el gasto de un ordenador, una nevera o una lavadora. Desde que la compras, deberías ir apartando una cantidad para cuando se rompa del todo y tengas que cambiarla por una nueva.
Los gastos previsibles que no tenemos en nuestro presupuesto, es hora de que te pongas las pilas y los metas. Cada uno tenemos los nuestros pero suelen ser cosas como el seguro del coche, el IBI o los regalos de Navidad. Los previsibles sin fecha, como dije tendriamos que ahorrar desde que compramos el anterior. Fija un precio objetivo y los años que te debería durar y divides el precio entre los meses.
Como somos muy buenos buscando excusas te recomiendo que automatices el ahorro de estas cantidades a su correspondiente cuenta o apartado. Cada año puedes revisar el precio objetivo y lo que llevas por si tienes que hacer ajustes. Cuando se te rompa del todo el ordenador, la nevera o la lavadora (en los ejemplos que hemos puesto) agradecerás haber sido previsor.
Siempre puedes vender el antiguo en wallapop y con lo que saques mas lo que llevas “ahorrado”, comprarte uno nuevo. Las ruedas del coche, aunque las pagué con la cuenta de imprevistos, entrarían dentro de estos últimos, por ejemplo, pero yo estaba aprendiendo todavía.
Para esos gastos, lo mejor es crear un fondo de ahorro específico. Pero esto ya lo haremos más adelante. Pero mucho más adelante. Antes tenemos que solucionar algunas cosas más fáciles y que nos darán unos mejores cimientos.
Puedes profundizar sobre estas diferencias en la clase ¿qué es un imprevisto? y si quieres aprender más sobre cómo organizar tu presupuesto y planificar tus gastos previsibles, te recomiendo que leas mi clase sobre cómo crear un presupuesto familiar que funciona o sobre el sistema de sobres.
Cómo crear tu cuenta de imprevistos (¡sin morir en el intento!)

¿Listo para crear tu cuenta de imprevistos? Pues ¡no esperes a mañana! Ahora que sabes qué es y cuánto necesitas destinar, vamos al meollo del asunto, ¿cómo demonios empiezo a crear esta cuenta? ¡Manos a la obra! Aquí te dejo algunos consejos prácticos:
- Empieza a ahorrar YA: Esto no consiste en apartar una pequeña cantidad de dinero cada mes, eso es para otras cosas. Aquí tienes que ser más radical, extremista incluso. Si aún no tienes este mini “fondo de emergencia”, debes convertirlo en tu prioridad. Me da igual si tienes deudas o estás ahorrando, me da igual si estás en paro o cobras poco dinero. De hecho, esto la hace más necesaria todavía.
- Vende lo que no necesitas: ¿Tienes trastos acumulando polvo en casa? O hasta algunos que sí utilizas, pero que no son (o no deberían en la mayoría de los casos) prioritarios. ¡Véndelos en Wallapop o en cualquier plataforma de segunda mano! Desde la bici estática que usaste una vez hasta ese abrigo de piel que solo sacas en bodas. Incluso ese dispositivo “imprescindible” sin el que te puedes defender si usas, por poner un ejemplo, tu teléfono móvil.
- Busca trabajos extra: Desde ofrecer tus habilidades en plataformas como Fiverr hasta vender sándwiches en los partidos del Madrid, pasando por dar clases particulares, hacer de canguro o pasear perros. ¡Cualquier ingreso extra te ayudará a alcanzar tu meta!
En fin, ejemplos hay muchos, pero lo importante es hacerlo cuanto antes. Tienes que darte cuenta de que no tener esta cuenta de imprevistos, te puede llevar a más problemas de los que ya tienes. Y cómo has visto, conseguir estos 2000 euros no es tan difícil ni lento.
Otra cosa sería si tuvieras que conseguirlos de manera constante, pero solo tienes que hacerlo una vez y no puedes tardar. Es más necesario de lo que crees y, una vez que lo tengas, te preguntarás cómo has podido vivir sin él hasta hoy.
Disciplina y uso correcto (¡No te la Juegues!)
Un pequeño aviso: no uses esta cuenta para caprichos, solo para imprevistos. ¡Es tu salvavidas financiero, no tu fondo para vicios! La disciplina es clave. También me ha pasado, sobre todo al principio, gastar dinero de esta cuenta en cosas que realmente no eran emergencias, como una tablet nueva. Pero “no pasa nada, ya lo repondré”. Un plan sin fisuras, ¿verdad? Brrrrrrr error.
Como digo, conseguirlos una sola vez no es tan difícil, pero repetirlo más veces… bueno, digamos que es más sencillo tocar la flauta travesera con la nariz. El motivo es sencillo, nunca lo has hecho, no conoces sus beneficios (aunque yo te los cuente, tienes que vivirlo) y te falta disciplina y habilidades.
Yo aprendí la lección rápido: este dinero es solo para gastos inesperados reales, no para darte gustitos. El mismo mes que “tomé prestado” de mi cuenta de imprevistos, para mi nuevo y flamante iPad air, que me merecía y es más, “necesitaba”, mi perro decidió que debía tener un sabor interesante, y desde el primer mes tengo la pantalla con un colmillazo y unas cuantas grietas que, afortunadamente, no afectan al táctil, pero en fin. Ya hasta me he acostumbrado.
Para que veas lo necesario que era, yo antes tenía otra tableta, que no era de la manzana y que heredó mi mujer, que hace un uso menos intensivo que yo y, a día de hoy, 5 años después, la sigue utilizando. A ver si fue un capricho más que una necesidad…
Así que mejor no hacernos trampas al solitario y llamar a las cosas por su nombre. Un ejemplo de esto es que una cosa son los gastos inesperados y otra los previsibles que no tenemos en nuestro presupuesto de gastos (seguros, pagos trimestrales, semestrales o anuales). Estos sabemos que van a llegar, como el seguro del coche, el IBI o cualquier gasto similar.
Lo sabemos todos, tú también. Otra cosa es que no te acuerdes de él hasta que ves que te lo han descontado de la cuenta y, claro, te han destrozado el mes. ¿La solución? Pues te daré dos: El presupuesto y el cojín de ahorro multiplicado (si, lo sé, el nombre es cosa mía). Si aún no conoces estos conceptos, no vayas a ver de qué van antes de construir un fondo de imprevisto.
Créeme, es fundamental que lo tengas cuanto antes.
Como spoiler y para que no te pueda el ansia viva te adelantaré que el presupuesto lo conoces de sobra aunque quizá nunca lo hayas utilizado o no tengas muy claro cómo hacerlo de la forma correcta y el cojín de ahorro multiplicado es algo que viene incluido en mi plantilla de Notion, pero que, básicamente, consiste en apartar un dinero prorrateado para esos gastos que no son imprevistos como tal.
Cambio de Mentalidad (¡Verás la Luz al Final del Túnel!)
Crear la cuenta de imprevistos me permitió ver la luz al final del túnel por primera vez en años. Seguía teniendo deudas, estaba ahogado y me sobraba mes a final de sueldo, pero sin embargo sabía que si venía un imprevisto, no me volverían a cortar la luz ni el teléfono.
Esto hizo que me pudiera enfocar en eliminar las deudas y centrarme en sacar más dinero, de la misma forma que para crear la cuenta de imprevistos, pero esta vez para usar como aceleradores de pago para las deudas.
Aparte me hizo ver que no necesitaba una tarjeta de crédito para “por si acaso” que, al final, usaba para todo tipo de gastos con lo que, si venía un imprevisto, volvía a estar ahogado. Vi que esta cuenta me quitaba la necesidad que yo, el banco, la sociedad, el sistema o una suma de todos, me habían creado.
La TranquiCuenta y el resto de Niveles (¡Esto no ha hecho más que empezar!)
En este episodio te cuento a que tienes que dedicar el ahorro en primer lugar, a tu cuenta de imprevistos, que es la primera parte de la Tranquicuenta. Este es el primer nivel de Salud Financiera, así que si aún no la tienes deberías empezar hoy mismo. Te explicaré que otras dos partes incluye esta tranqui cuenta, el Cojín de ahorro multiplicado y el Colchón de tranquilidad.
Además, te menciono algunas formas de ahorrar como pueden ser pagarte a ti mismo primero y el ahorro mental vs el ahorro real. Veremos como incluir este ahorro en tu sistema de administración de ingresos, algo clave si quieres mejorar tus finanzas personales. Es algo sencillo, pero por si tienes dudas, en este vídeo te cuento qué son los gastos imprevistos.
Veremos cuál es la cantidad que tiene que tener tu cuenta de imprevistos y hasta te doy ideas para conseguirla en unos días. Aunque tengas pocos ingresos o no tengas ninguno. Y como te digo siempre, el dinero no es un fin, sino un medio. Vamos a utilizar el dinero para vivir como queremos y no como el sistema quiere que vivamos.
¿Puedes pagar las deudas con tu cuenta de imprevistos? ¿Debes tener una cuenta de imprevistos si tienes deudas? Te respondo a ambas preguntas. Y, al final, contesto una pregunta en directo de Eduardo, que nos pregunta que porcentaje de sus ingresos debería ahorrar.
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Te dejo otros enlaces que menciono en el episodio:
- Cojín de ahorro multiplicado
- Colchón de tranquilidad
- Ahorrar con tus cuentas bancarias
- Como gestionar administrar y dividir tus ingresos
Si quieres ampliar información puedes ver la clase del curso de Finanzas Personales en la que te hablo de los 7 niveles de la Salud Financiera y la Cuenta de Imprevistos.
En resumen…
La cuenta de imprevistos es tu primera línea de defensa contra las sorpresas desagradables o un escudo contra los golpes bajos de la vida (y no acabar debajo de un puente). No será el único, pero sí el primero. Te da paz mental, te permite manejar emergencias sin desmoronarte y es el primer paso hacia una salud financiera de hierro. Así que, ¿a qué esperas? Empieza a construir la tuya hoy mismo.
Y recuerda, esto es solo la punta del iceberg. En EvitalaCrisis.com, encontrarás un arsenal de recursos para blindar tus finanzas. Haz el test de salud financiera (totalmente gratis) y descubre tu nivel financiero. Y si quieres organizarte mejor, mi plantilla de Notion para control de ingresos y gastos está esperándote. Pero primero, crea tu cuenta de imprevistos. ¡Tu yo del futuro te lo agradecerá!