¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras en una montaña rusa financiera, sin cinturón de seguridad y con el botón de pánico que no funciona? ¿Un gasto inesperado te manda al abismo económico? ¡Tranquilo, mi joven padawan, que para eso está la cuenta de imprevistos!
Es ese salvavidas financiero que te rescata de las aguas turbulentas de las emergencias económicas. No es tan sexy como un Ferrari, pero te da una tranquilidad que no tiene precio. Seguro que has tenido gastos comunes que te han llegado cuando no esperabas y han fulminado tu presupuesto anual (si es que tenias uno) y te han dejado sin liquidez (sin un euro, vamos).
Pues en este artículo, te traigo la solución. Te voy a contar qué es esta cuenta, por qué la necesitas y cómo crearla paso a paso (¡sin tener que vender un riñón! o recaudar deudas para un mafioso siciliano).
¿Qué es una Cuenta de Imprevistos? (y por qué necesitas una YA)
Una cuenta de imprevistos es un fondo de emergencia, un colchón financiero que te permite enfrentar gastos inesperados sin que te dé un infarto (ni que tengas que pedirle pasta a tu cuñado). No es lo mismo que el colchón de tranquilidad, este es un paso previo (el primero de todos), pero igual de importante.
Es como los condones: es mejor tenerlos y no necesitarlos, que necesitarlos y no tenerlos. 😉
¿Te imaginas que tu lavadora decide jubilarse el mismo día que te llega una factura médica inesperada? ¿O que te quedas sin trabajo de la noche a la mañana? ¿Qué haces? ¿Llorar? ¡No, hombre, no! Usas tu cuenta de imprevistos y sigues con tu vida como si nada. Sin ella, estarías más perdido que un spiderman en un descampado.
Créeme, lo he vivido en mis carnes, no una, ni dos veces… Por ejemplo, se me estropeó la nevera nueva (bueno, nueva, nueva… tenía ya sus añitos, pero funcionaba de lujo). Sin previo aviso, claro. Un clásico.
Como no tenía cuenta de imprevistos, tuve que tirar de la tarjeta de crédito del Carrefour (porque el resto estaban tiesas) y acabé comiendo arroz blanco durante un mes (y con una deuda nueva que me perseguía como una ex celosa). Y es que a los españoles eso de tener ahorrado no nos mola demasiado.
Y encima, con las prisas por comprar una nevera antes de que se me pudriera todo lo que tenía (que por supuesto, y cumpliendo la ley de Murphy, era más que un bote de mayonesa y medio limón), tuve que pillar casi la primera que encontré.
Otro día, pinché una rueda del coche… y tuve que cambiar las cuatro (según el mecánico, las llevaba tan lisas que parecían de competición). Sin mi fondo de emergencia, esa broma me habría dejado tiritando. Y lo sé, porque ya me había pasado antes (cuando aún no tenía mi cuenta de imprevistos). Pero esta vez, gracias a ella, respiré tranquilo.
Desde que tengo mi cuenta de imprevistos, duermo como un bebé (aunque mi mujer siga viendo películas de terror de calidad cuestionable). ¡La tranquilidad no tiene precio! ¿Quieres saber cómo conseguirla? ¡Sigue leyendo y aprende a crear tu propia cuenta de imprevistos!
¿Cuánto Dinero Necesitas en tu Cuenta de Imprevistos?
La pregunta del millón (de euros): ¿Cuánto dinero necesitas en tu Cuenta de Imprevistos? La respuesta es sencilla: 2.000 euros. Y los necesitas YA. No es un número al azar, es una cantidad que te permite afrontar gastos imprevistos (en plural, no solo uno) sin despeinarte.
¿Te parece mucho? ¿Crees que no puedes ahorrar esa cantidad? Imagina que tu hijo tiene una enfermedad grave, y yo te digo que tengo la cura… pero que cuesta 2.000 euros. ¿Ahorrarías «poco a poco»? ¿10 euros al mes? ¿Vas a ponerte a hacer un «plan de ahorro»? ¡No! Moverías cielo y tierra para conseguir ese dinero cuanto antes.
Venderías tus posesiones más preciadas, harías horas extras, pedirías un préstamo… Lo que fuera para salvar a tu hijo. Pues con tu cuenta de imprevistos pasa lo mismo. Es la cura para la enfermedad de las emergencias financieras. Mientras no la tengas, estarás a un imprevisto de la ruina (o al menos, de un buen marrón).
No esperes a la paga extra ni te pongas a hacer un plan de ahorro a largo plazo. ¡Necesitas esos 2.000 euros YA!
¿Crees que es imposible? Te voy a contar una historia: tuve un cliente que no tenía ni un duro, pero necesitaba esos 2.000 euros para su cuenta de imprevistos. ¿Qué hizo? Empezó a vender sándwiches a la salida de los partidos del Madrid.
El primer día, vendió todos los que llevaba en un momento, así que tuvo que ir corriendo a comprar más. Vio el filón y al día siguiente, llevó el doble… ¡y también los vendió todos! Empezó a reinvertir los beneficios, a contratar a otros vendedores, a ir a los partidos del Atleti… ¡Casi monta una franquicia!
Vende lo que no necesitas en Wallapop, busca trabajos extra, recorta gastos… ¡Hay mil maneras de conseguir esos 2.000 euros! Imaginación al poder. Lo importante es que te enfoques en ello como si tu vida financiera dependiera de ello (que, en cierto modo, así es 😉).
Beneficios de tener una cuenta de imprevistos: ¡Duerme como un Bebé!
Tener una cuenta de imprevistos es como llevar un paracaídas en la mochila: esperas no tener que usarlo, pero si la cosa se pone fea, te salva la vida. Es mejor tenerla y no necesitarla, que necesitarla y no tenerla. Los gastos inesperados ocurren cuando menos te lo esperas, y para más inri, suele ser el momento más inoportuno.
Tu cuenta de imprevistos te libera de la esclavitud de las tarjetas de crédito y los préstamos, que te dejan la cartera y la cuenta corriente tiritando. Podrás respirar tranquilo, dormir como un lirón y afrontar cualquier imprevisto sin acabar pidiendo limosna en el metro.
He pasado por los dos escenarios: sin fondo de emergencia, recurriendo a tarjetas y préstamos que me dejaban sin blanca; y con mi cuenta de imprevistos, durmiendo a pierna suelta, sabiendo que podía manejar cualquier imprevisto.
¿Has tenido que pedir dinero prestado a tus amigos o familiares? Yo sí, y, créeme, es un mal trago. Te sientes como un gorrón, y la presión por devolver la pasta te puede amargar la vida, que aunque no te cobren intereses como un banco para mí era imprescindible cumplir con ellos, como ellos hicieron conmigo.
Con una cuenta de imprevistos, te evitas ese mal rollo. ¿Te parece poco? Pues te aseguro que no lo es.
Imprevistos vs Gastos Previsibles (¡No te Lies!)
Vamos a poner las cosas claras: un imprevisto es eso que no ves venir, como un meteorito financiero. Y es que tenemos que tener cuidado con lo que llamamos “imprevistos” porque he visto que cada alumno o cliente que he tenido, tenía una definición diferente y englobaba múltiples conceptos también de lo más variado. Seamos serios.
No todos los gastos son imprevistos. Una cosa son los imprevistos (un gasto que no esperas, como una avería en el coche), pero luego hay gastos que sabemos que van a llegar, como el seguro del coche, el IBI o los regalos de Navidad. Esos no son imprevistos, son gastos previsibles que debemos incluir en nuestro presupuesto.
Y luego están los gastos previsibles «sin fecha», como la compra de un nuevo ordenador, una nevera o una lavadora. Sabemos que en algún momento tendremos que cambiarlos, pero no sabemos cuándo. Desde que los compras, deberías ir apartando una cantidad para cuando se rompan del todo y tengas que cambiarlos.
Para esos gastos, lo mejor es crear un fondo de ahorro específico. Pero esto ya lo haremos más adelante. Pero mucho más adelante. Antes tenemos que solucionar algunas cosas más fáciles y que nos darán unos mejores cimientos.
Las ruedas del coche, por ejemplo, aunque las pagué con la cuenta de imprevistos, entrarían dentro de estos últimos, pero yo estaba aprendiendo todavía.
Puedes profundizar sobre estas diferencias en la clase ¿qué es un imprevisto? y si quieres aprender más sobre cómo organizar tu presupuesto y planificar tus gastos previsibles, te recomiendo que leas mi clase sobre cómo crear un presupuesto familiar que funciona o sobre el sistema de sobres.
Cómo crear tu cuenta de imprevistos (¡sin morir en el intento!)
¿Listo para crear tu cuenta de imprevistos? Pues ¡no esperes a mañana! Ahora que sabes qué es y cuánto necesitas destinar, vamos al meollo del asunto, ¿cómo demonios empiezo a crear esta cuenta? ¡Manos a la obra!
- Empieza a ahorrar YA: Esto no consiste en apartar una pequeña cantidad de dinero cada mes, eso es para otras cosas. Aquí tienes que ser más radical, extremista incluso. Si aún no tienes este mini “fondo de emergencia”, debes convertirlo en tu prioridad. Me da igual si tienes deudas o estás ahorrando, me da igual si estás en paro o cobras poco dinero. De hecho, esto la hace más necesaria todavía.
- Vende lo que no necesitas: ¿Tienes trastos acumulando polvo en casa? O hasta algunos que sí utilizas, pero que no son (o no deberían en la mayoría de los casos) prioritarios. ¡Véndelos en Wallapop o en cualquier plataforma de segunda mano! Desde la bici estática que usaste una vez hasta ese abrigo de piel que solo sacas en bodas. Incluso ese dispositivo “imprescindible” sin el que te puedes defender si usas, por poner un ejemplo, tu teléfono móvil.
- Busca trabajos extra: Desde ofrecer tus habilidades en plataformas como Fiverr hasta vender sándwiches en los partidos del Madrid, ¡Cualquier ingreso extra te ayudará a alcanzar tu meta! Puedes dar clases particulares, hacer de canguro o pasear perros.
En fin, ejemplos hay muchos, pero lo importante es hacerlo cuanto antes. Tienes que darte cuenta de que no tener esta cuenta de imprevistos, te puede llevar a más problemas de los que ya tienes. Y cómo has visto, conseguir estos 2000 euros no es tan difícil ni lento.
Otra cosa sería si tuvieras que conseguirlos de manera constante, pero solo tienes que hacerlo una vez y no puedes tardar. Es más necesario de lo que crees y, una vez que lo tengas, te preguntarás cómo has podido vivir sin él hasta hoy.
Disciplina y uso correcto (¡No te la Juegues!)
Un pequeño aviso: no uses esta cuenta para caprichos, solo para imprevistos. ¡Es tu salvavidas financiero, no tu fondo para vicios! La disciplina es clave. También me ha pasado, sobre todo al principio, gastar dinero de esta cuenta en cosas que realmente no eran emergencias, como una tablet nueva. Pero «no pasa nada, ya lo repondré».
Un plan sin fisuras, ¿verdad? Brrrrrrr error.
Como digo, conseguirlos una sola vez no es tan difícil, pero repetirlo más veces… bueno, digamos que es más sencillo tocar la flauta travesera con la nariz. El motivo es sencillo, nunca lo has hecho, no conoces sus beneficios (aunque yo te los cuente, tienes que vivirlo) y te falta disciplina y habilidades.
Yo aprendí la lección rápido: este dinero es solo para gastos inesperados reales, no para darte gustitos. El mismo mes que “tomé prestado” de mi cuenta de imprevistos, para mi nuevo y flamante iPad air, que me merecía y es más, «necesitaba», mi perro decidió que debía tener un sabor interesante.
Y desde el primer mes tengo la pantalla con un colmillazo y unas cuantas grietas que, afortunadamente, no afectan al táctil, pero en fin. Ya hasta me he acostumbrado.
Para que veas lo necesario que era, yo antes tenía otra tableta, que no era de la manzana y que heredó mi mujer, que hace un uso menos intensivo que yo y, a día de hoy, 5 años despues, la sigue utilizando. A ver si fue un capricho más que una necesidad…
Así que mejor no hacernos trampas al solitario y llamar a las cosas por su nombre. Un ejemplo de esto son los gastos inesperados y los previsibles que no tenemos en nuestro presupuesto de gastos (seguros, pagos trimestrales, semestrales o anuales) como hemos visto antes.
Estos sabemos que van a llegar, como el seguro del coche, el IBI o cualquier gasto similar. Lo sabemos todos, tú también. Otra cosa es que no te acuerdes de él hasta que ves que te lo han descontado de la cuenta y, claro, te han destrozado el mes. ¿La solución? Pues te daré dos:
El presupuesto y el cojín de ahorro multiplicado (si, lo se, el nombre es cosa mía). Si aún no conoces estos conceptos, no vayas a ver de qué van antes de construir un fondo de imprevistos. Créeme, es fundamental que lo tengas cuanto antes.
Como spoiler y para que no te pueda el ansia viva te adelantaré que el presupuesto lo conoces de sobra aunque quizá nunca lo hayas utilizado o no tengas muy claro cómo hacerlo de la forma correcta y el cojín de ahorro multiplicado es algo que viene incluido en mi plantilla de Notion, pero que, básicamente, consiste en apartar un dinero prorrateado para esos gastos que no son imprevistos como tal.
Cambio de Mentalidad
Crear la cuenta de imprevistos me permitió ver la luz al final del túnel por primera vez en años. Seguía teniendo deudas, estaba ahogado y me sobraba mes a final de sueldo, pero sin embargo sabía que si venía un imprevisto, no me volverían a cortar la luz ni el teléfono.
Esto hizo que me pudiera enfocar en eliminar las deudas y centrarme en sacar más dinero, de la misma forma que para crear la cuenta de imprevistos, pero esta vez para usar como aceleradores de pago para las deudas.
También me hizo ver que no necesitaba una tarjeta de crédito para “por si acaso” que, al final, usaba para todo tipo de gastos con lo que, si venía un imprevisto, volvía a estar ahogado. Vi que esta cuenta me quitaba la necesidad que yo, el banco, la sociedad o el sistema o una suma de todos, me habían creado.
En resumen…
La cuenta de imprevistos es tu mejor aliada para enfrentar los imprevistos de la vida (y no acabar durmiendo debajo de un puente). Te da tranquilidad, te evita deudas y te permite dormir a pierna suelta. Así que, ¿a qué esperas? ¡Empieza a construir la tuya hoy mismo!
Y recuerda, esto es solo la punta del iceberg. ¿Quieres seguir aprendiendo a dominar tus finanzas como un auténtico maestro Jedi? En EvitalaCrisis.com, encontrarás un arsenal de recursos para blindar tus finanzas. Haz el test de salud financiera (totalmente gratis) y descubre tu nivel financiero.
Y si quieres organizarte mejor, ¡Descarga mi Plantilla de Notion para ingresos y gastos. Lee otros artículos del blog sobre ahorro, inversión o únete a la conversación en el foro! Pero primero, crea tu cuenta de imprevistos. ¡Tu yo del futuro te lo agradecerá!