Págale Menos a tus Seguros: La Guía para Renegociar y Ahorrar con la Franquicia

¿Pagas el seguro del coche o de la casa y sientes cómo tu cuenta bancaria se desangra mes a mes? ¿Te resignas a soltar la pasta pensando que es un mal necesario, como aguantar a tu cuñado en la cena de Navidad? A ver si te suena esta película:

Llega el recibo del seguro del coche o de hogar y tu cuenta bancaria se pone a temblar más que Jabba the Hutt haciendo twerking a Shakira. Sueltas una buena pasta 600, 800 o 1.000 del tirón y sientes ese dolorcillo de estar pagando por algo que, con suerte, no vas a usar en todo el año.

Te resignas, claro. Llevas años con la misma compañía de seguros, eres un «buen cliente». ¿Para qué cambiar?

Pues precisamente por eso, por ser un «buen cliente», te la están colando.

La primera colleja de realidad: la lealtad, en los seguros, se paga cara

Lo primero que tienes que meterte en la cabeza es que tu aseguradora no es tu amiga (igual que tu banco). Es un negocio. Y su objetivo es ganar la mayor pasta posible. La tuya, concretamente.

Las mejores ofertas, los precios más agresivos, ¿sabes para quién son? Para los clientes nuevos. A los clientes fieles, a los que renuevan año tras año sin rechistar, les suelen ir subiendo la prima poquito a poco, con la vaselina de la «actualización de tarifas».

Así que, el primer paso para ahorrar es dejar de ser un cliente fiel y empezar a ser un cliente listo. Y eso significa renegociar. Cada. Puñetero. Año.

Al lío: Tu plan de batalla para renegociar (y ganar)

Renegociar no es ir con un cuchillo entre los dientes. Es ir con información. Y este es el plan que puedes personalizar, para ejecutarlo tres meses antes de que te venza la póliza (ponte una alarma en Google Calendar, que nos conocemos):

  • Paso 1: Juega al espía con tu propia póliza. Coge tu contrato actual y míralo como si fuera la primera vez. ¿Cuánto pagas? ¿Qué cobertura tienes? ¿Realmente es la protección que necesitas o la necesitas toda? ¿Tienes franquicia (más abajo te amplío esto)? Apunta lo que es imprescindible para ti y lo que te sobra.
  • Paso 2: Saca la artillería (los comparadores online). Métete en buscadores de seguros para comparar precios. Rellena tus datos y obtén presupuestos de varias compañías. Ojo, los comparadores son geniales para tener una foto general, pero a veces no incluyen todos los extras. Son tu punto de partida para saber cómo está el mercado, no el destino final. También puedes consultar directamente con otras compañías o con agentes o corredores de seguros.
  • Paso 3: El ataque final (la llamada). Con las ofertas de la competencia en la mano, llama a tu aseguradora. Con educación, pero sin vaselina: «Hola, soy Javier. Mi póliza vence en tres meses y tengo una oferta de la compañía X por tanto dinero. ¿Podéis mejorarla o igualarla?».

A cada compañía coméntale el precio que te ha hecho la anterior, hasta encontrar la mejor. Verás como un agente, bajará el precio del otro solo para tenerte como cliente (pierde comisión, pero consigue bono de objetivo fijo), y de paso, prueba ver si puede hacer algún otro seguro contigo. Las gallinas que entran por las que van saliendo.

Elige la oferta que más te convenga y comunícala a tu compañía actual. Aquí pueden pasar dos cosas: que se bajen los pantalones para no perderte (a menudo lo hacen) o que te digan que te vayas con viento fresco. Seguramente te intentarán convencer de que “Internet es un engaño”, “historias raras”, “blablabla” y que te hagan una contraoferta para ajustar, igualar o mejorar las condiciones o el precio. En ese caso, valora si te interesa o no aceptarla.

Si pasa lo segundo, no te preocupes, porque ya tienes otras opciones esperando.

Recuerda: si decides cambiar, tienes que cancelar tu póliza actual con al menos un mes de antelación por escrito.

El truco ninja para un ahorro brutal: La franquicia (si te atreves)

Vale, con la renegociación ya te puedes ahorrar un buen pico. Pero, ¿quieres desbloquear el nivel «ahorro legendario»? Pues agárrate los machos, porque te voy a contar un truco tan simple como efectivo para meterle un buen hachazo a la prima de tus seguros. Un truco que las aseguradoras conocen de sobra, pero que no tienen ningún interés en que tú apliques.

Hablamos de la franquicia.

¿Qué demonios es la franquicia de un seguro?

La franquicia es, para que nos entendamos, la cantidad de dinero que tú te comprometes a pagar de tu bolsillo en caso de siniestro. El resto, lo cubre la aseguradora.

Imagínate que tienes un pequeño roce con el coche. Una tontería, un arañazo en la puerta que te duele más en el orgullo que en el bolsillo. La reparación cuesta 300 euros.

Aquí es donde entra en juego la franquicia.

Ejemplo práctico: Si tienes una franquicia de 200 € y la reparación del arañazo cuesta 300 €, tú pagas los primeros 200 € y el seguro se encarga de los 100 € restantes.

Aumentar la franquicia: El botón secreto para pagar menos

Fácil, ¿verdad? La compañía se ahorra gestionar partes de poca monta y tú te beneficias de una prima más baja. Y aquí viene la magia: cuanto mayor sea la franquicia que aceptas, menor será el precio anual de tu seguro. Lógico, ¿no? Si la compañía asume menos riesgo, te lo premia con una cuota más baja. Un plan sin fisuras, o casi.

Es una forma de decirle a tu seguro: «Confío en mi pericia al volante (o en mi habilidad para no quemar la cocina friendo torreznos), así que solo te molestaré si la cosa se pone fea de verdad».

Esto es especialmente útil para:

  • Conductores prudentes: Si tienes un historial limpio, sin partes de accidente, ¿por qué pagar una prima altísima «por si acaso»? Aumentar la franquicia es una apuesta por tu buena conducción.
  • Ahorradores con un colchón de emergencia: Si ya tienes tu cuenta de imprevistos con 2.000 euritos, puedes permitirte asumir el coste de una reparación pequeña sin que te tiemble el pulso.

Sé lo que estás pensando: «¿Pagar yo si tengo un golpe con el coche o una gotera en casa?». Y aquí, mi joven padawan, es donde se separa a los que siguen en la carrera de la rata de los que empiezan a tomar el control, porque te aseguro que bien utilizada, puede ser tu mejor aliada para ahorrar un buen pellizco al año.

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La Verdadera Razón por la que HASTA AHORA Odiabas las Franquicias

Seamos sinceros. La mayoría de la gente (posiblemente tú también) huye de las franquicias como de la peste por un motivo muy simple: miedo.

Miedo a tener un golpe y tener que soltar 200 o 300 euros de repente.

Y es un miedo lógico cuando se vive al día, cuando un gasto inesperado de ese calibre te puede mandar a los números rojos más rápido que un cohete de Elon Musk. Si no tienes un euro ahorrado, la idea de pagar una franquicia no es un «ahorro a futuro», es una amenaza real a tu tranquilidad de hoy. Es el «por si acaso» que te impide ahorrar.

¿Te suena?

Pues bien, aquí es donde tener los deberes hechos te da un superpoder.

Tu superpoder secreto: La Cuenta de Imprevistos

Si has estado siguiendo mis consejos, ya tendrás la primera línea de defensa de tu castillo financiero: tu cuenta de imprevistos (o tu TanquiCuenta completa). Esos 2.000 euros sagrados que te blindan contra las bofetadas que da la vida, como una avería de la lavadora o un golpecito con el coche (entre otros grandes éxitos).

Esa cuenta de imprevistos es la llave que te permite usar este truco.

Cuando tienes ese dinero apartado, el miedo desaparece. Ya no te acongoja la idea de tener que pagar 200 € por una reparación, porque tienes un fondo específico para eso. Dejas de ser una víctima del «y si pasa algo» para convertirte en alguien que gestiona sus riesgos con inteligencia.

Tener esa tranquilidad te permite pasar a la ofensiva y decirle a tu seguro: «Vale, colega, los pequeños sustos los cubro yo. Hablemos de cuánto me vas a rebajar la prima por ello».

Es una de las múltiples ventajas tangibles de tener tu economía personal bajo control, algo que enseño como pilar fundamental en el Curso de Finanzas Personales (Básico).

¿Y cuánto te ahorras con esta historia?

Como dicen los dermatólogos, vayamos al grano. Asumir una franquicia puede suponer un ahorro brutal. Los expertos apuntan a que, por una franquicia de unos 150-200 euros, la prima anual puede bajar entre un 25% y un 50%.

Pero dejemos a los expertos. Mi caso real con el seguro del coche: mi póliza a todo riesgo rondaba los 800 euros. Le metí una franquicia de 180 euros y la prima bajó a unos 450 euros. ¡Un ahorro de 350 euros al año!

Con ese dinero, casi cubro el coste de dos posibles partes con franquicia. Y la realidad es que, en cinco años, no he dado ninguno, pero esto no tiene por que seguir así (que espero lo mejor, pero me preparo para lo peor). Echa cuentas.

  • Ahorro en 5 años: 350 €/año * 5 años = 1.750 €
  • Coste de los partes: 180 €/parte * 2 partes = 360 €
  • Ahorro neto real: 1.750 € – 360 € = 1.390 €

¡Casi 1400 pavos que se quedaran en mi bolsillo en lugar de en el de la aseguradora! Y eso si tengo la «mala suerte» de dar dos partes. Si no doy ninguno, el ahorro seria íntegro, 1750 €. ¡Un chollo!

¡Ojo! Esto no es para todo el mundo

Como todo en esta vida, este truco tiene su cara B. Aumentar la franquicia te puede salir rana si no lo haces con cabeza.

  • Si eres un «manos de árbol»: Si das más partes que un corresponsal de guerra o NO tienes cuenta de imprevistos, olvídate de este truco (hasta que la tengas). Una franquicia alta puede ser tu ruina. Pagar 200 o 300 euros cada vez que rozas una columna puede salirte más caro que el seguro a todo riesgo sin franquicia.
  • ¿NO tienes cuenta de imprevistos? Entonces ni se te ocurra. Primero construye tu escudo, y luego ya saldrás a la batalla del ahorro.
  • ¿Tu coche duerme en la calle en un barrio «complicado»? Valóralo. A lo mejor te compensa pagar más por la tranquilidad de que te cubran hasta el más mínimo arañazo de un envidioso.
  • Si tu coche es nuevo o muy caro: Quizás prefieras la máxima protección posible y no quieras jugártela. Aunque, por otro lado, es una forma de tener una cobertura completa a un precio más competitivo.

La clave está en el equilibrio. Se trata de encontrar esa franquicia que te permita ahorrar en la prima anual, pero que no te deje tiritando si tienes un percance.

Un detalle importante: revisa la póliza, pero por norma general, la rotura de lunas no se ve afectada por la franquicia. Te las cambian sin que tengas que poner un euro, así que por eso no te preocupes.

Ahora bien, no te flipes subiendo la franquicia como si no hubiera un mañana. El seguro sera barato, pero mas vale que tengas una suerte nivel Dios.

Al lío: Tu plan de acción en 3 pasos

¿Te ha convencido? Pues no te quedes mirando las musarañas. Ponte en acción:

  1. Revisa tu TranquiCuenta: ¿Tienes ya tu cuenta de imprevistos con al menos 2.000 euros? Si la respuesta es sí, pasamos al siguiente nivel. Si es no, ese es tu único objetivo ahora mismo.
  2. Llama a tu seguro (y a la competencia): Coge el teléfono y pide presupuestos para tu póliza a todo riesgo con diferentes franquicias: 150 €, 300 €, 500 €… Apunta los precios.
  3. Haz los números: Calcula el ahorro anual y pregúntate: «¿Cuántos partes tendría que dar para que no me saliera a cuenta?». Si eres un conductor normal y/o no te pones en tu casa a lo bricomanía dummie o estrella de rock, la respuesta te sorprenderá.
  4. Analiza tu situación: ¿Cuántos partes has dado en los últimos años? ¿Tienes un buen colchón de tranquilidad?

Si el ahorro anual es superior a lo que te costaría un parte tonto, ¡has encontrado un chollo!

Más allá de la Renegociación: Otros Trucos para Ahorrar

El arsenal para recortar gastos en tus seguros no acaba aquí. Aquí tienes otras tres estrategias para que tu aseguradora te quiera un poco menos (y tu cartera un poco más).

  • Agrupa y Vencerás: El poder de juntar tus seguros A las aseguradoras les pone muy tiernos que les confíes toda tu vida. Si tienes el seguro de coche, el de hogar y el de vida con la misma compañía, muchas aseguradoras ofrecen descuentos por vinculación. Pregunta por las ofertas al agrupar tus pólizas. A veces, es un ahorro significativo.
  • Paga a Tocateja (una vez al año) y Ahorra ¿Pagas el seguro mes a mes o de forma trimestral? ¡Error! La mayoría de las veces, ese pago fraccionado lleva consigo un recargo por financiación encubierto. Pide el precio con pago anual y compáralo. Conseguir un mejor precio al horrarte esos pequeños intereses es otra victoria. ¿Te parece imposible soltar ese pastizal de golpe? Descubre Cojín de Ahorro Multiplicado.
  • Sé un Buen Chico: Tu Historial es Oro Un buen historial de siniestralidad (no dar partes, vamos) es tu mejor carta de negociación. Las compañías premian a los clientes de bajo riesgo con bonificaciones que reducen la prima. Cuando llames para renegociar, saca pecho y recuérdales lo buen cliente que eres.

En resumen: Tú tienes el poder de pagar menos

Como ves, tener tus finanzas saneadas no solo te da tranquilidad, sino que te permite acceder a estrategias de ahorro que para otros son impensables.

Dejar de regalarle el dinero a tu aseguradora es más fácil de lo que parece y una decisión inteligente que está a tu alcance. Con tu cuenta de imprevistos como red de seguridad, puedes asumir un riesgo calculado y ver cómo tu prima anual se reduce a la mitad.

Tienes en tu mano varias armas de destrucción masiva para la prima de tus seguros: la infidelidad programada a tu compañía, el uso inteligente de la franquicia, agrupar tus pólizas y aprovechar tu buen historial. Aplicar esto al seguro de hogar y el de auto o moto te puede ahorrar cientos de euros al año sin comprometer la cobertura que realmente necesitas.

No dejes que el miedo o la pereza te impidan ahorrar. Coge el teléfono, revisa tus pólizas y empieza a tomar el control. Recuerda que cada euro que ahorras es un euro que puedes destinar a lo que realmente te hace feliz, ya sea invertir para tu futuro o darte un buen homenaje.

Ahora que ya sabes cómo ahorrar, si quieres tener la foto completa y diferenciar qué otras pólizas son necesarias y cuáles directamente un timo, no te pierdas nuestra guía general sobre El Negocio del Miedo y los Seguros.

Es tu dinero. Es tu decisión. Pero ahora, al menos, sabes que tienes el poder de elegir.

¿Te ha gustado este artículo? ¿Te ha servido para ahorrar en tus seguros? ¿Utilizas los comparadores de seguros? ¿Sabías que podías Ahorrar renegociando tu seguro? ¿Tienes alguna duda o sugerencia? Déjame tu comentario y comparte tu opinión con el resto de la tribu.

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