¿Qué son las leyes universales y cómo pueden cambiar tu vida?

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Las Leyes Universales son el conjunto de principios que rigen todos los aspectos de nuestro universo, desde lo físico hasta lo espiritual. Se conocen también como leyes espirituales, leyes de la naturaleza o principios del hermetismo.

Estas leyes funcionan constantemente, independientemente de si somos conscientes de ellas o no, y tienen un gran impacto en nuestra realidad. Según diferentes fuentes, existen entre 7 y 12 leyes universales (algunos dicen 36), aunque algunas de ellas se pueden considerar como sub leyes o aspectos de otras más generales.

Son leyes universales como la ley de la gravedad. Y las leyes universales no valoran si es justo o injusto. Funcionan igualmente para todos, por ejemplo, si quitamos los pies del suelo, la ley de la gravedad nos va a afectar y nos hace caer al suelo.

En este artículo vamos a ver algunas de las siete leyes universales más importantes y cómo podemos aplicarlas para mejorar nuestra educación financiera y nuestras finanzas personales. Espero que te pueda ayudar.

La ley del mentalismo

La primera ley universal es la ley del mentalismo, que hace referencia a que “todo lo que existe en el universo es mente”. Es decir, que todo lo que percibimos como realidad es una proyección de nuestra mente, y que dentro de la mente se encuentra todo el potencial creativo del universo. Esta ley nos enseña que somos creadores de nuestra realidad a través de nuestros pensamientos, y que podemos cambiar nuestra realidad cambiando nuestra forma de pensar. Para usar esta ley a nuestro favor, podemos seguir estos consejos:

  • Cuida tus pensamientos: Sé consciente de lo que piensas en cada momento y elige pensamientos positivos, constructivos y evolucionados. Evita los pensamientos negativos, limitantes y destructivos.
  • Usa afirmaciones: Las afirmaciones son frases positivas que expresan lo que queremos ser, tener o hacer. Repítelas a diario con convicción y emoción para reprogramar tu mente subconsciente y alinearla con tus objetivos.
  • Visualiza: La visualización es una técnica poderosa para crear en tu mente la imagen de lo que deseas manifestar en tu realidad. Visualiza con detalle y sentimiento lo que quieres conseguir y actúa como si ya fuera una realidad.

La ley de la correspondencia

La segunda ley universal es la ley de la correspondencia, que dice que lo que es arriba es abajo, lo que es adentro es afuera. Esto significa que existe una correspondencia entre los diferentes planos de existencia: el físico, el mental y el espiritual. También significa que existe una correspondencia entre nuestro mundo interior y nuestro mundo exterior: nuestros pensamientos, emociones y creencias se reflejan en nuestras circunstancias, relaciones y experiencias.

Esta ley nos enseña que podemos cambiar nuestro mundo exterior cambiando nuestro mundo interior. Para usar esta ley a nuestro favor, podemos seguir estos consejos:

  • Conócete a ti mismo: Explora tu mundo interior y descubre quién eres realmente, qué quieres y qué te hace feliz. Reconoce tus fortalezas y debilidades, tus virtudes y defectos, tus valores y principios.
  • Acepta tu responsabilidad: Asume la responsabilidad de tu vida y de todo lo que te sucede. No culpes a los demás ni a las circunstancias externas de tus problemas o fracasos. Reconoce que tú eres el único creador de tu realidad y que tienes el poder de cambiarla.
  • Cambia tu actitud: Adopta una actitud positiva ante la vida y ante ti mismo. Sé optimista, agradecido, generoso, compasivo y amoroso. Evita la crítica, el juicio, el resentimiento y el odio. Tu actitud determina tu vibración y tu vibración determina lo que atraes.

La ley de la vibración

La tercera ley universal es la ley de la vibración, que establece que todo en el universo está en constante movimiento y tiene una frecuencia vibratoria propia. Desde las partículas subatómicas hasta las galaxias, todo vibra a una determinada velocidad y emite una determinada energía. Esta ley nos enseña que somos seres energéticos y que podemos modificar nuestra vibración mediante nuestros pensamientos, emociones y acciones. Para usar esta ley a nuestro favor, podemos seguir estos consejos:

  • Eleva tu vibración: Busca actividades, personas y lugares que te hagan sentir bien y que te aporten alegría, paz y armonía. Practica la meditación, el yoga, la música, el arte, el deporte o cualquier otra cosa que te conecte con tu esencia y te eleve el ánimo.
  • Protege tu vibración: Evita las situaciones, personas y lugares que te hagan sentir mal y que te roben energía. Aleja de tu vida el estrés, la ansiedad, el miedo, la ira, la culpa o la tristeza. Aprende a decir no a lo que no te conviene y a poner límites a lo que te daña.
  • Sintoniza tu vibración: Alinea tu vibración con la de lo que deseas atraer a tu vida. Siente como si ya tuvieras lo que quieres y actúa en consecuencia. Confía en que el universo te dará lo que necesitas en el momento adecuado.

La ley de la atracción

La cuarta ley universal es la Ley de la Atracción, que es una consecuencia de las leyes anteriores. Esta ley dice que atraemos a nuestra vida aquello que se corresponde con nuestra vibración. Es decir, que lo similar atrae a lo similar. Este principio universal nos enseña que podemos manifestar en nuestra realidad todo lo que deseamos si nos enfocamos en ello con fe y emoción. La ley de la atracción es muy sencilla. Enfócate en aquello que quieresno te enfoques en las cosas que no quieres. Porque podría ser que las atrajeras.

Para usar esta ley a nuestro favor, podemos seguir estos consejos:

  • Identifica lo que quieres: Define con claridad cuáles son tus deseos, metas o sueños. Escríbelos en un papel o en un diario y visualízalos con detalle.
  • Siente lo que quieres: Conecta con la emoción que te produce tener lo que quieres. Agradece como si ya lo tuvieras y actúa como si ya fuera una realidad.
  • Confía en el proceso: Suelta el apego al resultado y deja que el universo se encargue de los detalles. Ten fe en que todo se dará en el momento y la forma perfecta para ti.
  • Recibe lo que quieres: Abre tu mente y tu corazón a las señales, oportunidades y sincronicidades que te lleguen. Acepta con alegría todo lo bueno que te ofrece la vida.

Como has visto nos dice enfócate en lo que quieres, no en lo que no quieres. Y tú puedes decir, ¿Y como sabré que estoy enfocándome? Porque siempre estoy pensando en muchas cosas y me cuesta mucho saber en qué pensé o en que no pensé. Muy fácil. Tenemos un termómetro interior que en cada momento nos dice en que estamos pensando. Se llama el sistema emocional.

Si te sientes a gusto, estás atrayendo cosas confortables, si estás irritado estás atrayendo cosas irritantes a tu vida. Esto no engaña nunca. Por tanto, tenemos un termómetro interior que son las emociones que son el punto de atracción de todas aquellas cosas que nos estamos creando, aún a veces, sin querer crearlas. 

Si quieres saber más sobre la ley de la atracción y cómo puedes usarla para mejorar tu educación financiera y tus finanzas personales, te recomiendo que leas el libro El Secreto, de Rhonda Byrne. Se trata de un libro muy popular y conocido sobre este tema, que te enseña cómo puedes atraer la abundancia, el éxito y la prosperidad a tu vida mediante el poder de tus pensamientos y emociones. Aquí puedes leer mi reseña sobre El Secreto, Ley de la Atracción.

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La ley de la causa y el efecto

La quinta ley universal es la ley de la causa y efecto, también conocida como la ley del karma. Esta ley dice que toda acción tiene una reacción, toda causa tiene un efecto y todo efecto tiene una causa. Esto implica que somos responsables de todo lo que hacemos, decimos o pensamos, y que recibimos las consecuencias de ello, ya sea bueno o malo. Esta ley nos enseña que podemos crear nuestra realidad conscientemente si actuamos con sabiduría y ética. Para usar esta ley a nuestro favor, podemos seguir estos consejos:

  • Haz el bien: Sé una persona íntegra, honesta, respetuosa y solidaria. Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti. Contribuye al bienestar común y al progreso de la humanidad.
  • Evita el mal: No hagas daño a nadie ni a nada. No mientas, no robes, no engañes, no manipules ni abuses de nadie. No generes violencia, odio o sufrimiento.
  • Asume las consecuencias: Reconoce los efectos de tus acciones y acepta las lecciones que te traen. No te victimices ni te lamentes por lo que te pasa. Aprende de tus errores y corrige tus conductas.

La ley de la polaridad

La sexta ley universal es la ley de la polaridad, que afirma que todo tiene su par de opuestos: frío y calor, luz y oscuridad, amor y odio, etc. Estos opuestos son extremos de una misma cosa y se complementan entre sí. Esta ley nos enseña que podemos experimentar los contrastes de la vida y aprovecharlos para nuestro crecimiento personal. Para usar esta ley a nuestro favor, podemos seguir estos consejos:

  • Busca el equilibrio: No te identifiques con ninguno de los polos extremos, sino busca el punto medio entre ellos. Evita los excesos y los defectos, las euforias y las depresiones, los fanatismos y los nihilismos.
  • Cambia tu percepción: No te dejes llevar por las apariencias ni por los juicios de valor. Aprende a ver el lado positivo de las cosas y a encontrar el bien en el mal. Recuerda que todo es relativo y que depende del punto de vista que adoptes.
  • Transmuta tu energía: Usa el poder de tu mente y de tu voluntad para transformar una situación negativa en una positiva. Aplica el principio del alquimista que dice que se puede convertir el plomo en oro. Utiliza la creatividad, el humor, la compasión y el amor para cambiar tu realidad.

La ley del ritmo

La séptima ley universal es la ley del ritmo, que establece que todo fluye y refluye, todo tiene sus ciclos, todo sube y baja. Esta ley se manifiesta en los fenómenos naturales como las estaciones, las mareas, las fases lunares, etc. También se manifiesta en nuestra vida personal como las etapas de crecimiento, los estados de ánimo, los altibajos, etc. Esta ley nos enseña que podemos adaptarnos a los cambios y aprovechar las oportunidades que nos brinda cada momento.

Para usar esta ley a nuestro favor, podemos seguir estos consejos:

  • Respeta el ritmo: No te resistas al flujo natural de la vida, sino fluye con él. Acepta los cambios como parte del proceso evolutivo y no te apegues a nada ni a nadie. Vive el presente y disfruta de cada instante.
  • Sigue tu ritmo: No te dejes influir por el ritmo de los demás, sino encuentra el tuyo propio. Respeta tu cuerpo, tu mente y tu espíritu y dale lo que necesita en cada momento. Escucha tu intuición y sigue tu corazón.
  • Crea tu ritmo: No te conformes con el ritmo que te impone la sociedad, sino crea el tuyo propio. Define tus prioridades, tus objetivos y tus sueños y trabaja por ellos con pasión y perseverancia. Marca tu propio tempo y tu propia melodía.

Estas son algunas de las leyes que rigen el universo que podemos aplicar en nuestra vida para mejorar nuestra educación financiera y nuestras finanzas personales. También está la ley del mínimo esfuerzo y la máxima conciencia. Esta ley dice que pudiera ser que si incrementáramos nuestro nivel de conciencia, haciendo menos conseguiríamos más. Hay que poner el acento en lo de “si incrementamos nuestro nivel de conciencia”, para no ponerla en “haciendo menos conseguiremos más”. 

De hecho muchas personas hacen muchas cosas y obtienen muy poco y otras personas haciendo mucho menos consiguen muchísimo más. Esta ley también actúa siempre y actúa para todos.

La ley de hacerse más grande que tus problemas dice que si te conviertes en una persona más grande que tus problemas y tus problemas serán pequeños. Pero tienes que ser tú más grande, no tratar de hacer tus problemas más pequeños. Porque aquí no se trata de si el problema es grande o no ni de sus diferentes niveles. Aquí de lo que se trata es de si tú eres grande. Es decir, de cuán grande eres tú para poder pasar por encima de tus problemas para que estos se hagan más pequeños. Y esto se limita a lo siguiente. Desarrollo personal.

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En resumen…

Ya has visto las 7 leyes del universo y una pequeña guía para mover a nuestro favor el poder de las leyes metafísicas. Puedes pensar que esto de la espiritualidad y la psicología no tiene mucho que ver contigo, pero te aseguro que son claves que ofrecen una enseñanza y un balance, creas en ellas o no. Y tampoco basta con conocerlo, si quieres tener un resultado visible tienes que aplicarlo.

De lo que yo me he dado cuenta a lo largo de mi vida, y sobre todo en todo el tiempo que llevo investigando sobre el dinero, es que las personas tienen un diálogo mental en el que rechazan algo con todas sus fuerzas. Pero simplemente ese diálogo interno de rechazar algo, no sirve para que eso no entre en su vida. Muy al contrario, están atrayendo eso en su vida simplemente porque lo están poniendo en su pensamiento.

Es decir, porque le entregan tiempo y energía a ciertos pensamientos, estas situaciones se manifiestan en su realidad. La ley de atracción no valora si lo quieres o no lo quieres. Simplemente, lo que pongas en tu intención, eso será una realidad para ti. Por ejemplo, si estamos hablando de dinero y una persona está enfocada en sus problemas económicos, se va a quedar pegada en la viscosidad, en la densidad de sus problemas económicos. ¿Qué tendría que hacer esa persona?

Cambiar radicalmente de enfoque y enfocarse en lo que quiere, y pensar en qué soluciones van a sacarle de esos problemas financieros. Y eso incluye que no puede quejarse, que no puede lamentarse, que no puede estar contándole a todo el mundo cuáles son sus problemas financieros cada vez que vaya a interactuar con alguien. Porque eso aún lo hunde mucho más en la densidad de sus problemas.

Así que, aumenta tu conciencia, eleva tu vibración de aquello que eres. Cambia aquello que sientes, aquello que piensas, aquello que crees por pensamientos más positivos, más constructivos, más evolucionados. Tenemos que eliminar esas creencias limitantes y tratar de estar en armonía con el universo. Esto toma una vida o quizá muchas vidas, pero esta es nuestra gran transformación. Esto ya nos ha pasado algunas veces.

Seguro que todos recordamos a alguien que nos cuenta algún problema y nosotros pensamos: “¿y eso es un problema?”. Porque seguramente nosotros ese “problema” lo hemos superado con anterioridad. Nos hicimos más grandes que ese problema en cuestión y pudimos pasarlo. Lo mismo sucede con esa persona, si se hiciera más grande que ese problema, podría superarlo igual.

De hecho, te aseguro que el mayor de tus problemas, si se lo comentaras a algunas personas, que ya lo pasaron porque se hicieron más grandes que él, pensarían lo mismo que tú. ¿Y eso es un problema?

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