¿Sabes qué son las tarjetas revolving y por qué pueden ser un peligro para tu bolsillo? Si tienes o te han ofrecido una tarjeta de crédito con opción de pago aplazado, como una solución fácil y cómoda para financiar tus compras, mucho cuidado. Podrías estar atrapado en una trampa financiera diseñada por los bancos para sacarte hasta el último céntimo sin que te des cuenta. Sí, así como lo lees.
Y es que, si aún no te has dado cuenta, los bancos son un negocio.
Pero tranquilo, hoy te voy a contar cómo funcionan, qué peligros tienen y cómo evitar que te sableen. Porque si algo está claro, es que a los bancos les importa tu bienestar financiero lo mismo que a un gato le importa la opinión de su dueño.
Así que al turrón, empecemos por el principio.
¿Qué son las tarjetas revolving y por qué son un problema?
Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito en la que, en lugar de pagar el total de lo que gastas cada mes, vas devolviendo el dinero poco a poco en cómodas (y malditas) cuotas.
¿Suena bien? Pues es una trampa financiera bien disfrazada, obligándote a estar permanentemente endeudado sin necesidad.
Ojo: en muchas de estas tarjetas viene activada por defecto y eres tú él que debe cambiarlo a pago total.
La mayoría de estas tarjetas llevan intereses abusivos y funcionan como una deuda que se renueva automáticamente, lo que significa que nunca terminas de pagarla.
Ejemplo práctico:
- Te sacas una tarjeta revolving con un límite de 1.000 €.
- Gastas los 1.000 € y decides pagar 50 € al mes.
- Tienes un interés del 20% TAE.
¿Resultado? Pasarás más de 2 años pagando y acabarás devolviendo 300 € en intereses adicionales.
Y eso si no sigues usándola, porque si la sigues utilizando, la deuda se vuelve eterna.
Así de sencillo. Una auténtica trampa.
Ojo, no solo las revolving son peligrosas, sino que las tarjetas de crédito “normales” también te pueden traer más de un disgusto, aunque no sean revolving.
¿Cómo las Tarjetas “Sin Intereses” Pueden Llevarte a una Espiral de Deuda?
A lo mejor estás pensando: “Vale, las tarjetas revolving son un peligro, pero mi banco me ofrece una tarjeta sin intereses si pago en tres meses. No puede ser tan malo, ¿no?”
Pues aquí es donde empieza el autoengaño financiero.
Ejemplo real: La tarjeta Aqua de BBVA te permite fraccionar pagos en tres meses sin intereses. Chupi, ¿verdad? El problema viene cuando te acostumbras a fraccionar y fraccionar…
- Compras algo y lo fraccionas. No hay problema, son solo tres meses.
- Luego otra compra, y otra, y otra… Y antes de que te des cuenta, cada mes tienes que pagar varias cuotas fraccionadas.
- Cuando llega el momento de pagar, te das cuenta de que no puedes asumir el gasto de golpe, así que vuelves a fraccionar el total.
- Llega un punto en el que ya no puedes fraccionar más porque has agotado el límite.
¿Y ahora qué?
Ahora debes miles de euros y el banco no te da más margen. Aquí empiezan los verdaderos problemas:
❌ Descubiertos en tu cuenta (porque no puedes pagar la tarjeta).
❌ Comisiones por descubierto (que el BBVA, por cierto, me ha llegado a cobrar dos veces el mismo mes).
❌ Intereses abusivos si decides refinanciar la deuda o si la tarjeta empieza a aplicar intereses tras el período sin intereses.
Lo que empezó como un método “cómodo y sin intereses”, acaba en un agujero financiero del que salir es un infierno.
Moraleja: Las tarjetas de crédito no son el enemigo, pero pueden convertirse en un problema si no las usas con inteligencia. Si fraccionas pagos, hazlo solo cuando sea estrictamente necesario y con un plan claro de pago. Y, sobre todo, nunca uses una tarjeta para pagar otra deuda.
¿Qué intereses tienen las tarjetas revolving?
Los intereses de las tarjetas revolving son muy elevados y varían según el banco y las condiciones que pongan. Por ejemplo, según un estudio de la OCU, el interés medio de estas tarjetas es del 21,6% TAE, pero puede llegar hasta el 27%. Estos intereses son mucho más altos que los de las tarjetas de crédito convencionales, que rondan el 12% TAE, y que los de los préstamos personales, que se sitúan en torno al 8% TAE.
Además, estos intereses pueden ser considerados usurarios si superan en más de 6 puntos porcentuales el tipo medio aplicable a las operaciones de crédito mediante tarjetas revolving en el momento de la contratación. Esto significa que si el tipo medio era del 20%, el interés pactado no debe superar el 26% TAE para no ser considerado usurario. En ese caso, podrías reclamar la nulidad del contrato y la devolución de los intereses pagados.
Según una sentencia del Tribunal Supremo, el tipo medio aplicable a las tarjetas revolving es el TEDR (Tipo Efectivo de Definición Restringida) publicado por el Banco de España, que equivale a la TAE sin comisiones. Este tipo medio varía según el mes y el año, pero suele rondar cerca del 20%.
Esto quiere decir que si tu tarjeta revolving tiene un interés superior al 26% TAE, podrías reclamar por usura. Y si tiene un interés inferior, pero aun así muy alto, podrías reclamar por falta de transparencia o abusividad.
¿Por qué los bancos te ofrecen tarjetas revolving?
La respuesta es sencilla: porque les resultan muy rentables. A ver, mi joven padawan, los bancos no son ONGs. Si te ofrecen algo “cómodo”, “fácil” y “flexible”, sospecha. No te engañes: los bancos no son tus amigos ni quieren ayudarte.

¿Por qué insisten tanto en que uses una tarjeta revolving?
- Porque los intereses son un escándalo (entre el 21% y el 27% TAE).
- Porque la deuda se renueva constantemente y pagas intereses sobre intereses.
- Porque muchos contratos no son transparentes, y la gente no sabe realmente lo que firma.
Además, te incentivan a usarlas con ofertas como la devolución de un porcentaje de las compras (cashback) o la ausencia de comisiones. Eso sumado a nuestra falta de educación financiera hace el resto.
¿Te han ofrecido una tarjeta con un regalito por contratarla? Mándalos a paseo. Lo que parece un chollo es una bomba de relojería para tu economía. Si fueran tus “amigos” o tus “asesores financieros”, cómo creen muchas personas, al menos te habrían contado todo esto.
¿Qué dice la ley? El Tribunal Supremo te da la razón
¡Buenas noticias! El Tribunal Supremo ha sentenciado que si un banco no te explicó claramente cómo funciona la tarjeta revolving ni los intereses que ibas a pagar, el contrato puede ser NULO.
¿Qué significa esto?
- Si el interés de tu tarjeta es usurario (más de 6 puntos por encima del tipo medio del mercado), puedes reclamar su nulidad (Fijado en febrero de 2024 por el supremo).
- Si no te informaron correctamente antes de firmar, puedes reclamar por falta de transparencia.
- Desde enero de 2021 hay una norma que obliga a los bancos a dar toda la información de forma clara antes de firmar. Pero muchos contratos anteriores no cumplen con estos requisitos, así que aún puedes reclamar.
El Tribunal Supremo ha dejado claro que:
- Deben entregarte toda la información antes de firmar.
- El contrato debe explicar claramente los costes y riesgos.
- Si no lo hicieron, puedes reclamar la nulidad del contrato.
Pero ojo: La nulidad no es automática. Tienes que reclamar y demostrar que el contrato era opaco o abusivo.
A ver, todo esto es desde luego muy bueno, pero es a todas luces insuficiente.
¿Cómo reclamar si tienes una tarjeta revolving?
Si te han colado una de estas tarjetas revolving o te has metido en la rueda de fraccionar pagos sin darte cuenta, NO entres en pánico, no te resignes. Hay solución:
🚨 Plan de Ataque: Cómo Salir de la Trampa
- Paso 1: Deja de usar la tarjeta ahora mismo. Si sigues usándola, la deuda nunca bajará. Guarda la tarjeta en un cajón, córtala en cachitos, congélala (literalmente) o incluso cancélala si puedes y paga la deuda pendiente de golpe (si puedes permitírtelo)..
- Paso 2: Calcula el daño y haz un plan de pago.
- Revisa cuánto debes en total (no solo la cuota mensual).
- Mira el interés (TAE) que te están cobrando. Si es superior al 26%, podrías reclamar por usura.
- Suma todas las cuotas fraccionadas y mira cuánto estás pagando realmente cada mes.
- Paso 3: Paga la mayor cantidad posible cada mes. Si pagas el mínimo, tardarás años en salir. Paga el máximo que puedas sin comprometer tu economía. La clave es reducir la deuda lo antes posible para pagar menos intereses.
- Paso 4: Valora un préstamo personal para pagar la deuda. Si el interés de la tarjeta es muy alto, podrías pedir un préstamo personal con un interés más bajo para cancelar la tarjeta de golpe. Esto no te recomiendo que lo hagas por tu cuenta, solo si tienes ayuda, ya te conte que refinanciar las deudas debería ser ilegal.
Ejemplo: Si tu tarjeta tiene un 26% TAE, pero puedes conseguir un préstamo personal al 8-10% TAE, te ahorrarás una fortuna en intereses.
Ojo: Esto solo tiene sentido si cierras la tarjeta después de cancelar la deuda. Si sigues usándola, estarás en las mismas o peor. - Paso 5: Reclama si el contrato no era transparente o los intereses son abusivos.
- Revisa el contrato de tu tarjeta.
- Si la tarjeta tiene un interés superior al 26%, puedes reclamar por usura.
- Si no te explicaron bien cómo funcionaba antes de firmar, puedes reclamar por falta de transparencia.
- Contacta con un abogado especializado o con la OCU. Podrías anular la deuda y recuperar los intereses pagados.
- Paso 6: Si tienes más deudas, prioriza cuál pagar primero.
- Si tienes varias deudas, usa el método avalancha: paga primero la deuda con el interés más alto.
- Si necesitas motivación, usa el método bola de nieve: paga primero la deuda más pequeña para ver progreso rápido.
Para cancelar una tarjeta revolving, debes solicitar la anulación del contrato a la entidad bancaria mediante una carta que envíes por correo electrónico o certificado. En la carta debes incluir tus datos personales y los motivos por los que quieres cancelar la tarjeta. Lo ideal es que el banco acepte tu solicitud y te permita cancelar el contrato. Pero en muchos casos, el banco se niega o no responde.
En ese caso, puedes recurrir a la vía judicial y presentar una demanda con ayuda de un abogado especializado en tarjetas revolving. El abogado estudiará tu caso y te asesorará sobre la viabilidad de tu reclamación.
En caso de ganar la reclamación, el contrato podría anularse y te devolverían los intereses abusivos que has pagado. Sí, como lo lees.
El proceso puede durar desde unos meses hasta varios años, dependiendo del caso y del juzgado. Pero si ganas el juicio, podrás recuperar tu dinero y salir de la trampa de la usura.
No dejes que los bancos se salgan con la suya. Reclama lo que es tuyo.
¿Cómo evitar caer en la trampa de las tarjetas revolving?

Lo primero es informarte bien antes de contratar cualquier producto financiero y leer la letra pequeña. Lo segundo es evitar usar estas tarjetas a no ser que no haya otra opción y optar por otras formas de pago más baratas y seguras, como las tarjetas de débito o los préstamos personales, aunque sabes que no debes vivir a crédito y tienes que convertirte en tu propio banco.
Si aún no te has metido en este lío y quieres evitarlo, para proteger tu bolsillo y no caer en esta trampa financiera, sigue estas reglas de oro:
- Regla 1: Usa tarjetas de crédito solo si puedes pagar el total cada mes. Si no puedes pagar el 100% del saldo a final de mes, no la uses. Si no la pagas completamente, los intereses te comen vivo.
- Regla 2: Nunca fracciones pagos sin una razón clara y sin un plan de pago. No fracciones compras por comodidad. Solo hazlo si es estrictamente necesario y tienes claro cómo pagarla antes del vencimiento.
- Regla 3: Nunca uses una tarjeta para pagar otra deuda. Si necesitas pagar una deuda con otra tarjeta, eso es una señal de alarma. Es como apagar un fuego con gasolina.
- Regla 4: Evita tarjetas con TAE superior al 15%. Cuanto más alto el interés, más difícil salir de la deuda. Si una tarjeta tiene un interés superior al 20%, ni te acerques.
- Regla 5: Lleva un presupuesto personal y un fondo de emergencia. Si tienes un colchón de ahorro, no dependerás de las tarjetas de crédito. Un presupuesto te ayudará a ver dónde se va tu dinero y evitar que dependas del crédito.
Y te dejo un bonus track:
✅ Si necesitas dinero extra, busca alternativas más baratas (como préstamos personales con intereses más bajos).
Los préstamos personales son otra opción para financiar tus compras, siempre que los uses con moderación y responsabilidad. Pero recuerda que NO TE LOS RECOMIENDO.
Los préstamos personales suelen tener unos intereses más bajos que las tarjetas revolving y un plazo de devolución fijo y determinado. Además, puedes comparar entre diferentes ofertas y elegir la que mejor se adapte a tus necesidades y capacidad de pago.
Y sobre todo, recuerda: el crédito no es tu amigo, es una herramienta peligrosa si no sabes usarla bien.
🚫 No, la Tarjeta de Crédito NO es Obligatoria (Aunque el Banco Quiera que lo Creas)
Los bancos tienen una habilidad especial para hacerte creer que necesitas cosas que en realidad no necesitas. Y una de sus mejores trampas es hacer que pienses que la tarjeta de crédito es indispensable.
Pero ojo:
✅ No estás obligado a tener una tarjeta de crédito por el simple hecho de tener una cuenta bancaria.
✅ Si no la necesitas, cancélala y pide una de débito (así solo gastas lo que tienes).
✅ Si ya tienes una y quieres deshacerte de ella, puedes cancelarla (aunque normalmente solo si estás al día con los pagos).
Las tarjetas de débito son las que te permiten pagar con el dinero que tienes en tu cuenta corriente, sin generar ningún tipo de interés ni comisión. Son las más recomendables para controlar tus gastos y evitar endeudarte. Si usas una tarjeta de débito, solo podrás gastar lo que tengas disponible en tu cuenta, lo que te ayudará a ser más responsable con tu dinero.
Entonces, ¿cuándo realmente podrías necesitar una tarjeta de crédito?
- Si viajas mucho y necesitas una para reservar hoteles o alquilar coches.
- Si tienes claro que la vas a pagar siempre al 100% cada mes, sin generar intereses.
- Si aprovechas beneficios específicos, como acumulación de puntos o seguros adicionales.
Pero si la usas porque el banco te la metió “de regalo” y no controlas bien los pagos… ¡aléjate de ella!
Si el banco te dice que “es mejor tenerla por si acaso” o te intenta vender otra… no te dejes engañar.
En resumen…
Las tarjetas revolving pueden parecer una buena idea al principio, pero son una trampa que te mantiene endeudado de por vida. Son un producto financiero muy peligroso que puede arruinar tu economía personal si no las usas con precaución.
Los bancos las venden como una solución financiera flexible, fácil y cómoda para financiar tus compras, pero en realidad son una máquina de hacer dinero a tu costa.
Por eso, te recomiendo que evites estas tarjetas y que optes por otras formas de pago más baratas y seguras.
Y si ya tienes una, cancélala y/o reclama si los intereses son abusivos. Si te la ofrecen, sal corriendo en dirección contraria.
No dudes en contactar con un abogado experto que te ayude a recuperar tu dinero y a salir de la trampa de la usura. La mayoría te cobrarán algo asequible por el estudio de tu caso, pero luego solo te cobrarán un porcentaje en el caso de que ganes, asi que no pierdes nada.
Los bancos no te van a advertir de esto, pero ahora tú sí sabes cómo evitar la trampa.
Si usas tarjetas de crédito sin control, pueden convertirse en una trampa peligrosa. Pero recuerda:
❌ No necesitas una tarjeta de crédito para vivir.
❌ Si no la quieres, cancélala y usa una de débito.
❌ No caigas en la trampa de los pagos fraccionados eternos.
Toma el control de tu dinero antes de que los bancos lo hagan por ti.
Espero que este artículo te haya servido para abrir los ojos. Si te ha sido útil, compártelo con tus amigos y familiares o con cualquiera a quién creas que le podría ayudar para que ellos también sepan qué son las tarjetas revolving y cómo evitarlas. Puede salvarles de una ruina financiera. Que no te engañen a ti ni a nadie más.
Y si quieres aprender más sobre cómo gestionar tu dinero con inteligencia y responsabilidad, te invito a visitar mi curso sobre tarjetas de crédito y débito, donde te enseñaré todo lo que necesitas saber para usar las tarjetas como herramientas y no como trampas. No te lo pienses más y apúntate ya. ¡Te espero!
Y, por supuesto, si tienes alguna duda o comentario, déjamelo abajo y te responderé lo antes posible.