¿Qué es la Gestión activa? ¿Cómo funciona y cómo elegir los mejores fondos (sin que te la cuelen)?

¿Harto de que te hablen de fondos de inversión con nombres raros y rentabilidades imposibles? ¿Te gustaría saber qué es eso de la “gestión activa” que tanto te venden los bancos y, sobre todo, si es para ti? ¿Te gustaría tener la información y los recursos necesarios para entender qué hay detrás de los fondos de inversión?

Ya te hablé de la gestión activa y pasiva, pero hoy vamos a desgranar la gestión activa de fondos, una estrategia de inversión que a priori parece una maravilla, pero que también tiene su lado oscuro (como todo en esta vida). Si quieres aprender cómo funciona, cuáles son sus ventajas y desventajas (y cómo evitar que te tomen el pelo al elegir un fondo), ¡este artículo es para ti, mi joven padawan!

Porque, seamos sinceros, el mundo de las finanzas es un laberinto en el que es muy fácil perderse (y perder dinero de paso). Pero no te preocupes, que aquí estoy yo para guiarte y para que aprendas a tomar decisiones con criterio y a no dejarte engañar por los cantos de sirena de los bancos.

¿Listo para convertirte en un ninja de la gestión activa? ¡Pues al turrón! 

¿Qué es la Gestión Activa en Fondos de Inversión? (Para que no te Lien)

La gestión activa es como si tuvieras un community manager para tu dinero. No inviertes en un robot, inviertes en un tío que se supone que sabe lo que hace. En lugar de dejar que tu dinero siga al rebaño (como hacen los fondos indexados), un gestor de fondos analiza el mercado, valora las opciones y trata de batir el índice de referencia (también conocido como benchmark).

Suena a magia, ¿verdad? Pues no. Es un proceso que requiere mucho tiempo, análisis, habilidad y, sobre todo, mucha experiencia. Un gestor de fondos activo no compra y vende a lo loco, sino que toma decisiones estratégicas para intentar obtener una rentabilidad superior al promedio del mercado.

Por eso se llama inversión activa, aunque para ti como inversor, fuera de elegir el fondo, poca actividad tienes. ¿Y qué hace un gestor de fondos de gestión activa? 

Pues se convierte en un detective de las finanzas, buscando las empresas o los activos que van a subir de precio (como las acciones de una empresa tecnológica antes de que todo el mundo hable de ella). También está atento a las noticias, a los gráficos y al comportamiento del mercado, para poder actuar rápido y evitar pérdidas o maximizar los beneficios.

A diferencia de la gestión pasiva, que se limita a replicar el comportamiento de un índice de referencia (por ejemplo el s&p 500), la gestión activa busca identificar y aprovechar oportunidades únicas a través de la compra y venta activa de activos financieros. 

El objetivo es simple, pero muy difícil de conseguir: superar al mercado. ¿Cómo? Pues seleccionando activos que tienen el potencial de ofrecer una rentabilidad superior a la del índice de referencia (benchmarks), aunque en la práctica, muy pocos lo consiguen de forma constante. Esto como inversor te viene genial (si aciertan), pero claro, hay que pagar por ello.

También tienes que tener cuidado y analizar los fondos que el banco te quiere vender como gestión activa, porque en estos años me he encontrado Fondos que se ofrecen como de gestión activa que son realmente copias de fondos indexados o en los que el «gestor» se encarga de elegir que fondos indexados meter en la cesta.

Que no te digo yo que no deban existir estas opciones, pero a lo mejor a otro precio.

Ejemplo práctico:

Imagina que el índice IBEX 35 ha subido un 10% en el último año, que ya es mucho imaginar. Un gestor activo intentará que su fondo supere ese 10% e intente llegar al 12%, al 15% o a lo que sea, mediante la compra de activos específicos que han tenido un buen comportamiento en ese período. Pero claro, ¿y si no? Ahí está el riesgo de la gestión activa (o su atractivo, según como se mire).

Un gestor podría decidir aumentar la exposición de un fondo en empresas tecnológicas (por poner u ejemplo) si detecta que el sector muestra un crecimiento significativo impulsado por la adopción de nuevas tecnologías, o ampliar la exposición a renta fija o a renta variable para equilibrar la cartera en respuesta de alguna noticia. Todo depende de los estilos de gestión.

¿Cómo Funciona la Gestión Activa en Fondos de Inversión? (El Paso a Paso)

Ahora que ya sabes qué es la gestión activa, vamos a ver cómo funciona este tinglado por dentro. Y no te preocupes, no necesitas ser Peter Lynch para entenderlo. Te lo voy a explicar paso a paso, con ejemplos prácticos y un lenguaje sencillo. ¡Prepárate para entrar en el backstage de la inversión y conocer a los “artistas” que manejan tus fondos!

Si quieres entender este tema, tienes que saber que en la gestión activa, la figura central es el gestor o equipo gestor del fondo, que se encarga de tomar las decisiones de inversión y hacer una selección cuidadosa de activos en función de sus estrategias de gestión, criterio y análisis. Es como el capitán de un barco, que debe guiar la nave por las aguas turbulentas del mercado.

Para tomar esas decisiones, el gestor hace lo siguiente:

EstrategiaDescripción
Análisis del mercadoEl gestor se pone en modo detective financiero y se pone a estudiar los mercados financieros como si fuera un puzzle, estudiando todos los factores que pueden influir en el rendimiento de sus inversiones: la economía, los tipos de interés, la geopolítica, el estado de ánimo de la gente, el color de la luna o si hay un eclipse solar (¡por qué no!). Analiza e investiga qué sectores están de moda, qué empresas tienen más potencial, qué países están en auge, etc. En este análisis puede incluir: Análisis técnico y análisis funamental.
Análisis fundamentalQue consiste en analizar a fondo los números de una empresa, su balance, sus beneficios, su deuda, los estados financieros, la posición en el mercado, las perspectivas de crecimiento, etc. Es como si un médico te hiciera un chequeo completo para ver si estás sano o tienes alguna enfermedad.
Análisis técnicoQue consiste en analizar los gráficos y los datos históricos para predecir patrones y cómo se comportará el mercado en el futuro. Es como si un adivino intentara predecir el futuro de tu bolsillo a través de las cartas del tarot o con la bola de cristal.
Selección de activosEl gestor elige los activos que considera más prometedores y que tienen mayores posibilidades de rentabilidad (el potencial de dar más dinero). Es como si un chef eligiera los mejores ingredientes para su plato estrella, pero en lugar de ingredientes, son acciones de empresas tecnológicas, bonos de gobiernos seguros, materias primas, etc.
Gestión de riesgosEs clave diversificar la cartera para minimizar pérdidas (o al menos, para no perder demasiado). Pero ojo, que esto no quiere decir que siempre vayas a perder, sino que el riesgo es mayor que al replicar el índice.
TimingEl gestor también intenta acertar con el timing, es decir, con el momento adecuado para comprar o vender activos, pero la clave es hacerlo en el largo plazo. Depende de la habilidad del gestor para entrar y salir del mercado en el momento adecuado y si consigue acertar con sus predicciones del mercado (que no es fácil). Ya lo decía mi abuela: «vísteme despacio que tengo prisa».
Rotación de sectoresAjustar la cartera para aprovechar las tendencias de sectores específicos, como tecnología, inteligencia artificial o salud.
Inversión en small capsEstas empresas de menor tamaño pueden ofrecer mayores oportunidades de crecimiento, aunque con mayor riesgo.
Gestión de Renta FijaOptimización de bonos y otros instrumentos de renta fija según las tasas de interés.
Ajustes continuosEl gestor no se conforma con comprar y quedarse de brazos cruzados (o no debería al menos). Está constantemente vigilando los mercados y decide si tiene que comprar, vender, cambiar o hacer lo que considere mejor cambiando la composición de la cartera según las circunstancias. Por ejemplo, en un entorno de alta inflación, un gestor podría optar por reducir la exposición a bonos y aumentar la inversión en activos que se beneficien de la subida de precios, como materias primas. Es como un entrenador de baloncesto que va ajustando su estrategia durante el partido para ganar al equipo contrario o un ajedrecista que va moviendo las fichas del tablero, anticipándose a los movimientos del rival.

Para que veas que esto no es solo un rollo que me he inventado, te pongo un ejemplo:

En plena pandemia, el gestor de un fondo de gestión activa puede haber dicho «¡Anda, mira, la tecnología está creciendo!» y en lugar de seguir con su cartera, decide invertir en empresas tecnológicas o de biotecnología.

También podría ser que en lugar de invertir en tecnología hubiera decidido hacerlo en empresas relacionadas con el sector de la salud o de la alimentación, sectores que siempre son seguros.

Si la jugada sale bien, los inversores ganan más que si hubieran invertido en un fondo índice. Pero si sale mal… pues eso, ya sabes, los inversores palman pasta.

Ventajas y Desventajas de la Gestión Activa: El Yin y el Yang de la Inversión ⚖️

La gestión activa, como todo en la vida, también tiene sus pros y sus contras. No es ni la panacea ni un desastre cataclísmico, sino una estrategia con sus propias ventajas e inconvenientes. Te las presento juntas para que veas los dos lados de la moneda, y para que no te quedes solo con una parte del pastel.

Ventajas de la Gestión Activa: (El lado brillante de la fuerza)

  1. Mayor potencial de rentabilidad: Si el gestor toma decisiones acertadas, la gestión activa puede superar significativamente el rendimiento del mercado (es decir, “batir al índice”).
  2. Minimización de pérdidas en mercados volátiles: En tiempos de incertidumbre y volatilidad, los gestores activos tienen más flexibilidad para ajustar la cartera y reducir riesgos (o eso dicen).
  3. Acceso a activos exclusivos: Permite invertir en sectores o empresas que no forman parte de los índices comunes, abriendo nuevas posibilidades de inversión (y de pérdida, por qué no decirlo).
  4. Optimización fiscal: Algunos gestores tienen la capacidad de mover el dinero entre diferentes activos sin generar un impacto fiscal inmediato (lo que puede ser beneficioso para tí, o para ellos, según se mire).

Desventajas de la Gestión Activa: (El lado oscuro de la fuerza)

  1. Costes más elevados: Las comisiones de gestión y de éxito de los fondos activos son más altas que las de los fondos pasivos, lo cual puede afectar tu rentabilidad final. Y ya sabes que esto es algo que a mí me chirría.
  2. Dificultad para superar al mercado de manera constante: Aunque algunos gestores lo consiguen en momentos puntuales, es muy difícil mantener esta tendencia a largo plazo. Y ya sabes que yo soy muy de largo plazo, porque para el corto plazo te recomiendo las apuestas, son igual de aleatorias y más rápidas.
  3. Mayor exposición al error humano: Las decisiones del gestor no siempre son perfectas y, a veces, pueden llevar a pérdidas importantes.
  4. Menor diversificación: Algunos fondos activos concentran su dinero en un número reducido de activos, lo que puede aumentar el riesgo (y hacer temblar tu cuenta si la cosa se pone fea).
  5. Para el inversor, la inversión es 100% pasiva: Tú simplemente le das la pasta a alguien para que la maneje, pero no tienes control de lo que hace, lo cual tampoco es que sea muy tranquilizador para muchos.

Y aunque estos puntos pueden ser un freno para alguno, tampoco es mi objetivo que dejes de invertir en fondos de inversión, ya sean de fondos de gestión pasiva o activa. Sino más bien que te des cuenta de que las cosas no siempre son como te las pintan y que existen diferentes opciones. No todo es blanco o negro, sino que hay una escala de grises.

Y, como te digo siempre, tienes que evaluar los pros y los contras antes de tomar una decisión, para que elijas el tipo de gestión que mejor se adapte a ti, o incluso los combines, como hago yo.

Fondos de Gestión Activa: Cómo Elegir el Adecuado (y que no te Tomén el Pelo)

Si, a pesar de todo esto, sigues queriendo probar un fondo de gestión activa (yo lo hago, ya te digo), no te preocupes, que te voy a dar algunas pautas para que elijas con cabeza:

  1. Investiga al gestor: Antes de confiar tu dinero a alguien, asegúrate de que tiene un historial de éxito, experiencia, su estilo de inversión y formación en el mundo de las finanzas. Busca en su web o pide su currículum. Evalúa si el fondo ha superado consistentemente a su índice de referencia.
  2. Lee la letra pequeña: Fíjate bien en todos los costes asociados, como las comisiones de gestión, de éxito y reembolso. Busca fondos que tengan comisiones bajas y que no te cobren por todo (por entrar, por salir, por respirar…).
  3. No te dejes engañar por las cifras: No te fijes solo en la rentabilidad pasada. El rendimiento pasado no garantiza el futuro. El fondo de inversión que mejor lo ha hecho este año no tiene por qué hacerlo ni siquiera medianamente bien el año siguiente.
  4. Pregunta: Pregunta al gestor o al asesor todas tus dudas y asegúrate de que te explican todo con claridad y transparencia. Si no entiendes algo, que te lo expliquen otra vez hasta que lo entiendas (¡que para eso te están cobrando!).
  5. Diversifica: Aunque inviertas en un fondo de gestión activa, no pongas todo tu dinero en él. Reparte tu capital en diferentes activos (acciones, bonos, fondos indexados, criptomonedas, oro…) para minimizar el riesgo. Ya sabes, ¡la diversificación es la clave del éxito financiero!

Te recomiendo que utilices herramientas como Morningstar para buscar y comparar fondos. Pero ojo, que ni siquiera con Morningstar debes confiar ciegamente. Investiga por tu cuenta, contrasta la información y no te creas a pies juntillas todo lo que te cuenten (ni siquiera lo que te cuento yo, que soy mucho de «spoilear»).

Gestión Activa o Pasiva (El Dilema del Millón)

Y llegamos a la pregunta que te estás haciendo. ¿Cuál es la mejor opción para ti? ¿La gestión activa o la gestión pasiva? Pues como casi siempre en la vida, depende. Como has podido ver, cada estrategia tiene sus pros y sus contras. No hay una respuesta mágica, sino que depende de tus objetivos de inversión, tu perfil de riesgo y tus preferencias.

Si eres de los que creen en la suerte, les gusta la acción y están dispuestos a asumir más riesgos a cambio de mayores ganancias potenciales, la gestión activa puede ser tu camino. Delegas las decisiones de compra y venta de tu cartera a profesionales de la inversión con el objetivo de conseguir quedar por encima del mercado.

Pero si eres más de ir a lo seguro, de dormir tranquilo por las noches, de no complicarte la vida y de pagar menos comisiones, la gestión pasiva (a través de fondos indexados o ETFs) es lo más recomendable (y lo más honesto, como te conté en mi artículo sobre el tema). Replicar un índice de referencia concreto es menos sexy, pero funciona.

En la guía sobre fondos de inversión, que escribí hace tiempo, te dejo mi opinión al respecto, pero ya te adelanto que después de estos años invirtiendo, tengo claro que lo mejor es combinar ambas opciones, gestión activa y gestión pasiva, para aprovechar lo bueno de cada una (y minimizar los riesgos). 

Pero me voy a mojar más aun, porque no las tengo en la misma proporción. Yo tengo el de Baelo Patrimonio, del genial Antonio Rico en mi cartera de MyInvestor. Existen también River Patrimonio, River Global y MyInvestor Cartera Permanente, los tres gestionados por Rafael Ortega, otro crack. Y MyInvestor es un buen sitio para contratar cualquiera de ellos, porque tienen todos.

En resumen… (El Mapa del Tesoro Financiero)

La gestión activa de fondos es una opción de inversión que, aunque ofrece la posibilidad de obtener rendimientos superiores al mercado, también presenta algunos desafíos y limitaciones. Puede ser una estrategia interesante si buscas maximizar tus rendimientos y estás dispuesto a asumir costes más altos y riesgos adicionales.

Es como un barco pirata: tiene el potencial de llevarte al tesoro más escondido, pero también puede acabar estrellándote contra un arrecife, por eso es fundamental que entiendas cómo funciona. Espero que después de leer esta guía te haya quedado claro qué es, cómo funciona y qué debes tener en cuenta antes de invertir.

Sin embargo, también hemos visto que no es para todos. Si prefieres una opción más sencilla y predecible, la gestión pasiva podría ser una mejor alternativa. Evalúa tus objetivos, perfil de riesgo y horizonte temporal antes de tomar una decisión. Y recuerda que la gestión activa y la gestión pasiva no son la única clase de fondos, también varía si son de distribución o acumulación.

Recuerda que la clave está en la información, en el análisis y en la toma de decisiones inteligentes. No te dejes llevar por las promesas de dinero fácil ni por el canto de sirena de los gestores de fondos y recuerda que la información es tu mejor arma. Sé crítico, sé escéptico, y toma el control de tus finanzas como un auténtico maestro Jedi.

Y tú, ¿Has invertido alguna vez en algún fondo de gestión activa? ¿Te mola más la inversión pasiva? ¿Tienes alguna duda o comentario? ¡Cuentamelo abajo, que me encanta leerte y responderte!

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