Los últimos 3 meses de mi vida he alcanzado más objetivos o metas de los que me había propuesto que en los últimos 10 años. ¿Cómo lo hice? ¿Tuve más tiempo? No y No. ¿Más dinero? No, de hecho tuve menos. Entonces ¿Qué sucedió? He aquí los antecedentes.
Deja de reciclar tus metas
Hace 10 años comencé a establecer objetivos o metas de la manera tradicional. Los pensaba el primer día del año y, al término del mismo, comprobaba si los había cumplido o no. Generalmente, el porcentaje de cumplimiento era del 20 al 30%. Después, gracias a la idea que leí en algún libro, comencé a escribir los objetivos en papel. Guardaba el papel y al final del año me encontraba con que alcanzaba generalmente el 50% de las metas. Bien, pero no suficiente.
Si ya no quieres seguir leyendo y quieres alcanzar el 50% de tus objetivos, escríbelos en una hoja de papel y listo. Pero si quieres lograr del 95 al 100% de tus objetivos, continúa leyendo. Más tarde, encontré ideas para potenciar la técnica de escribir los objetivos en papel, tales como el de visualizar su consecución, el redactar los objetivos o metas en tiempo presente como si ya las hubiera alcanzado, leerlas con entusiasmo, o evaluar los avances cada mes.
¿Sirven estas técnicas? Pues si sirven, pero no son suficientes. Si quieres alcanzar el 70% de tus metas aplica estos principios y da fin a la lectura. Si quieres lograr del 95 al 100% de tus objetivos o metas continúa leyendo.
Como lograr todo lo que quieras
Te voy a revelar el secreto para alcanzar del 95 al 100% de tus metas, en forma de reglas sencillas con la explicación del porqué para cada una de ellas:

- Regla No. 1.– Se deben establecer las acciones para alcanzar las metas: Con esto pasamos del deseo a la acción. El objetivo es algo muy ambiguo. Lo que se requiere para alcanzar algo es precisión. Esto se logra mediante la definición de las acciones requeridas para avanzar hacia la consecución de la meta.
- Regla No. 2.– Las acciones necesarias para cumplir con las metas deben leerse todos los días a primera hora y a las 2 de la tarde: Esto es para tenerlas presentes a diario, en un sistema de recordatorio fuera de tu cabeza. Queremos cumplir nuestras metas, pero no queremos el estrés de estar pensando en algo todo el tiempo y, mucho menos, cuando no estamos en posibilidades de hacer algo en ese momento, (no queremos pensar en comprar algo en el supermercado justo después de regresar de él).
Lo que a mí me funcionó, fue escribirlas en un bloc de Post It® y, tener ese bloc a mi alcance en el cajón de mi escritorio o, incluso, llevarlo conmigo en mi cartera fuera de la oficina. Tener este sistema de recordatorio a mano, nos permite actuar en el momento en que lo necesitemos. Es decir, hacer esa llamada telefónica o escribir ese correo electrónico cuando estemos frente a un teléfono u ordenador, gracias a que, el sistema de recordatorio, lo acabamos de consultar en ese día y sabemos que, una de las acciones, era precisamente hacer la llamada o redactar el correo.
Además, debemos preguntarnos, a diario, que podemos hacer en ese momento para llevar a cabo algunas de las acciones. Vas a encontrar que la mayoría de las acciones que definas pueden hacerse en 5 minutos o menos.
Por último, el leerlas a primera hora del día y el reconocer que muchas acciones se pueden hacer en menos de 5 minutos, te obliga a hacer algo en ese momento en pos de tu objetivo. La siguiente ocasión de consulta, recomiendo que sea a las 2 de la tarde. Esto es porque todavía te quedan 6 horas más en tu día (contando que a las 20:00 ya te desconectes completamente de todo y te dedique a su familia) para cumplir con algunas de las acciones enlistadas. - Regla No. 3.– Tacha de tu lista las acciones que ya has realizado: Lo anterior te dará el combustible necesario para saber que ya has realizado algunas de las acciones o, incluso, que ya has alcanzado algunos de los objetivos. Esa sensación de victoria, nos dará el impulso para ir en búsqueda de los demás objetivos.
- Regla No. 4.– Establecer fechas límite: Una meta u objetivo, sin una fecha límite, se trata de un simple deseo. Además, la fecha debe ser un tanto irreal, ya que esto nos impulsará a la acción. ¿Recuerdas cuando te encargaban trabajos en el instituto o universidad de tal complejidad que, requerían de tiempo todo un semestre para su elaboración y, milagrosamente, lo hacías uno o dos días antes de la fecha límite?
¿Cómo es esto posible? La respuesta es la Ley de Parkinson, que radica en que tenías encima una fecha límite que cumplir, por lo que tu cerebro se enfocaba solo en las actividades más importantes que te acercaran realmente a la consecución de tu meta, dejando de lado las que solo hubieran sido una perdida de tiempo.
Consejos adiccionales
Otros consejos adicionales: trata, en la medida de lo posible, que la mayor cantidad de acciones dependan de ti. Con esto no te estoy sugiriendo que solamente establezcas metas que solo tú puedas llevar a cabo y que no dependan de nadie más, sino que, al tener tu el control, será más fácil el alcanzarlas. Delegar siempre es buena cosa. Las únicas 2 metas que no cumplí, de las 12 que me fijé, fueron metas en donde las acciones que no se realizaron, no dependían de mí.
Hice todo lo que estuvo a mi alcance y le di el seguimiento diario a las personas mediante recordatorios, sin embargo, estuvo fuera de mi alcance que se materializaran.
Un último consejo. Aunque debes definir las acciones en una secuencia lógica, pregúntate si es posible adelantar acciones. Más vale avanzar en otras acciones que estar completamente detenido porque algunas de las acciones no son posible realizarlas en ese momento.
Esta técnica es aplicable a cualquier cosa que desees alcanzar en tu vida. Ya sea lograr tus sueños o tener los activos que te darán la libertad financiera. ¿Qué te parece? ¿Haces ya algo similar? Cuéntamelo en los comentarios.