Cómo pagar menos impuestos creando una empresa en Suiza

¿Te gustaría crear una empresa en Suiza y disfrutar de sus beneficios fiscales? Ya hemos visto que hay países que ofrecen distintas ventajas fiscales para atraer ciudadanos, como ye conté cuando te hablaba sobre qué es el dumping fiscal y por qué mucha gente vota con los pies. La más conocida es la LLC Estadounidense, pero hay más opciones interesantes.

Hoy quiero hablarte de un tema que puede interesarte si estás buscando formas de reducir tu carga fiscal o si estás pensando en emprender un negocio en el extranjero: cómo pagar menos impuestos creando una empresa en Suiza. En este artículo te voy a contar todo lo que necesitas saber sobre Suiza y su fiscalidad: sus ventajas, sus requisitos, sus obligaciones y sus oportunidades. Así podrás decidir si te conviene o no apostar por este país como destino para tus negocios.

¿Por qué crear una empresa en Suiza?

Suiza es un país que ofrece muchas ventajas para los empresarios, como una economía estable y competitiva, una fiscalidad atractiva, una mano de obra cualificada y una buena calidad de vida. Sin embargo, también tiene sus requisitos y trámites que hay que cumplir para constituir una sociedad en este país.

Según el Índice Global de Innovación 2021, Suiza es el país más innovador del mundo por undécimo año consecutivo. Esto se debe a su alto nivel de inversión en investigación y desarrollo, su calidad educativa, su colaboración entre el sector público y privado, su protección de la propiedad intelectual y su apertura al comercio internacional.

Suiza se divide en 26 cantones (equivalente a los estados) que ofrecen múltiples incentivos fiscales con el fin de que las empresas extranjeras inviertan en sus jurisdicciones y establezcan allí sus operaciones. En algunos casos, llegan a eliminar los impuestos hasta un plazo de diez años para las nuevas empresas. La doble imposición inter-cantonal está prohibida.

Esto convierte a Suiza en un país más que interesante para la inversión extranjera, igual que sucede con Irlanda, Luxemburgo, Holanda o Malta. Se trata de un grupo de países con fiscalidad baja y que, a diferencia de los paraísos fiscales, no ocultan información, sobre todo ante una investigación de delitos.

Uno de los principales requisitos es contar con un administrador o un representante legal que resida en Suiza. Esto puede ser un problema si no tienes la nacionalidad suiza o un permiso de residencia. Por eso, una solución muy práctica es contratar los servicios de una gestoría en Suiza que se encargue de todo el proceso de creación y administración de tu empresa.

Una gestoría en Suiza puede ofrecerte asesoramiento legal, fiscal y contable, así como la representación ante las autoridades y los clientes. Además, puede ayudarte a abrir una cuenta bancaria en Suiza, a inscribir tu empresa en el registro mercantil y a cumplir con las obligaciones tributarias y sociales.

Pero lo más interesante de crear una empresa en Suiza es que puedes beneficiarte de las ventajas fiscales que ofrece este país, tanto a nivel federal como cantonal. Suiza tiene uno de los impuestos sobre sociedades más bajos de Europa, con una tasa media del 14%. Además, existen ciertos tipos de sociedades que pueden disfrutar de exenciones o reducciones del impuesto sobre beneficios, siempre que cumplan con ciertos requisitos.

Además de los requisitos para crear una empresa en Suiza, hay que tener en cuenta las obligaciones que conlleva. Una de las más importantes es la relativa a la contabilidad y la auditoría. Todas las empresas en Suiza deben llevar una contabilidad ordenada y veraz, que refleje su situación financiera y patrimonial. También deben presentar anualmente sus estados financieros, que pueden estar sujetos a una auditoría externa obligatoria o voluntaria, dependiendo del tamaño y la forma jurídica de la empresa.

Otra obligación importante es la relativa al IVA. Cualquier empresa que no tenga ningún establecimiento estable en Suiza, ya sea europea o a nivel internacional, si vende servicios o bienes por valor de más de 100.000 francos suizos anuales a clientes nacionales, deberá someterse al IVA en Suiza. En estos casos, la legislación helvética requiere que la empresa esté representada fiscalmente en Suiza. Es algo similar a lo que existe entre países de la unión europea.

Por tanto, se hace necesaria la figura de un representante fiscal en Suiza tanto para pagar el impuesto del IVA como para declararlo. Las declaraciones se deben presentar cada tres meses, aunque el contribuyente puede optar por hacerlo semestralmente. De cualquier forma, 60 días después de terminado el periodo declarado, se realiza el pago de impuestos.

Por último, hay que tener en cuenta las obligaciones relacionadas con la prevención del blanqueo de capitales y el secreto bancario. Suiza ha dejado atrás su imagen de país opaco y ha adoptado medidas para fomentar la transparencia y combatir la evasión fiscal. El pasado 1 de enero de 2018, el gobierno suizo finalizó un siglo de secreto bancario, creando nuevas directrices de diligencia en el sector, para evitar fraudes como los ocurridos en el pasado.

El país helvético empezó a compartir, nueve meses después de acabar con el secreto bancario, la información de los dos millones de cuentas que poseían en sus 266 bancos. De esta forma, los bancos deben identificar el propietario de los beneficios de los fondos invertidos.

Para prevenir el lavado de capitales, los propietarios de SARL serán incorporados al fichero de Registro de Comercio. Además, cuando las acciones se encuentren en manos de un fiduciario profesional, será obligación de este último, mantener la información al día y presentarla periódicamente ante las autoridades encargadas.

¿Qué tipo de sociedad elegir para pagar menos impuestos?

Una de las opciones más interesantes para crear una empresa en Suiza es la formación de sociedad en Suiza. Se trata de un tipo de sociedad que tiene un capital social mínimo de 100.000 francos suizos (unos 92.000 euros) y que puede beneficiarse de ventajas fiscales como la exención o reducción del impuesto sobre beneficios, siempre que cumpla con ciertos requisitos.

La formación de sociedad en Suiza es ideal para empresas que quieren tener una sede social en Suiza, pero que realizan la mayor parte de su actividad fuera del país. De esta forma, pueden aprovechar el prestigio y la seguridad jurídica que ofrece Suiza, así como su posición estratégica en el centro de Europa.

Otro tipo de sociedad muy común en Suiza es la sociedad anónima (SA), que tiene un capital social mínimo de 20.000 francos suizos (unos 18.000 euros) y que requiere al menos un accionista y un administrador. La SA tiene una responsabilidad limitada al capital aportado y puede emitir acciones al portador o nominativas.

La SA también puede beneficiarse de ventajas fiscales si se trata de una sociedad domiciliada o mixta. Una sociedad domiciliada es aquella que tiene su sede social en Suiza, pero no realiza ninguna actividad comercial en el país. Una sociedad mixta es aquella que realiza parte de su actividad comercial en Suiza y parte fuera del país. En ambos casos, la sociedad puede estar exenta o reducida del impuesto sobre beneficios según el porcentaje de ingresos procedentes del extranjero.

También existe la sociedad de responsabilidad limitada (SRL), que tiene un capital social mínimo de 20.000 francos suizos (unos 18.000 euros) y que requiere al menos un socio y un administrador. La SRL tiene una responsabilidad limitada al capital aportado y puede emitir participaciones sociales nominativas.

La SRL también puede beneficiarse de ventajas fiscales si se trata de una sociedad domiciliada o mixta, al igual que la SA. Sin embargo, la SRL tiene una desventaja frente a la SA, y es que sus participaciones sociales no son tan fáciles de transferir como las acciones de la SA.

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¿Cómo crear una empresa en Suiza paso a paso?

De forma resumida, estos son los pasos que tendrías que seguir para crear tu empresa en Suiza:

  • Elegir el tipo de sociedad que mejor se adapte a tus necesidades y objetivos.
  • Elegir el nombre y la sede social de tu empresa.
  • Redactar los estatutos sociales y firmarlos ante notario.
  • Depositar el capital social en una cuenta bancaria bloqueada.
  • Solicitar el número fiscal y el registro mercantil.
  • Inscribirse en la seguridad social y contratar un seguro obligatorio.
  • Obtener los permisos necesarios según la actividad que vayas a realizar.

En resumen…

Crear una empresa en Suiza puede ser una buena opción para aprovechar las oportunidades que ofrece este país, tanto a nivel económico como fiscal. Sin duda, se trata de una opción a tener en cuenta, tanto a la hora de invertir como cuando buscamos reducir la presión fiscal y podamos externalizar estas acciones o buscar el profesional adecuado.

Es un país interesante para crear una sociedad no residente e, incluso, crear una delegación, pero siempre os recomiendo informaros bien y asesoraros con profesionales que puedan aclarar la normativa actual, pues esta va cambiando con frecuencia. Sin embargo, también implica cumplir con una serie de requisitos y trámites que pueden resultar complejos si no se cuenta con la ayuda de un profesional.

Y tú, ¿te animas a crear una empresa en Suiza? ¿Qué te parece este país como destino para emprender? Déjame tus comentarios y comparte este artículo con tus contactos si te ha gustado.

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