¿Alguna vez te has preguntado qué es REALMENTE el dinero que tienes en el banco? No, no me refiero a si son euros, dólares o yenes. Me refiero a su esencia, a su naturaleza. ¿Qué es lo que le da valor? ¿Por qué un trozo de papel o un número en una pantalla pueden comprarte una casa, un coche o un kilo de patatas?
Pues la respuesta es más chunguilla de lo que parece: tu dinero no es real. No tiene un valor intrínseco. Su valor se basa en… ¡la fe! Sí, has leído bien, en la fe. Confiamos en que ese papelito o ese numerito valen algo, porque el gobierno y los bancos nos lo dicen. Y punto. Un plan sin fisuras.
Esto es lo que se conoce como dinero fiduciario o fiat. Y si no sabes lo que es, prepárate para flipar, porque te voy a contar la verdad sobre el dinero (y cómo funciona el sistema).
Del Trueque al Dinero Fiduciario: La Historia del Dinero en modo Express (Pero Intensa)
Érase una vez, en un mundo sin bancos ni billetes, donde la gente intercambiaba gallinas por tomates y vacas por cerdos. Era la época del trueque. Pero claro, el sistema tenía sus fallos. ¿Cuántas gallinas vale una vaca? ¿Y un cerdo, cuántos tomates? Un follón, vamos.
Así que alguien tuvo una idea brillante: usar algo como referencia, algo que tuviera valor por sí mismo. Y como el oro mola (brilla, es escaso y a todo el mundo le gusta), pues lo eligieron como moneda de cambio. De esta forma nació el dinero mercancía respaldado por metales preciosos como el oro y la plata.
Pero el oro también tenía sus inconvenientes: era pesado, difícil de transportar y… ¡muy goloso para los ladrones!
Así que con el tiempo, aparecieron los billetes, que eran como un pagaré: «Este billete se puede cambiar por [x cantidad] de oro». Era la época del patrón oro y los acuerdos de Bretton Woods. Pero un día, en agosto de 1971, el presidente Nixon decidió que el oro era muy mainstream y le dio la patada.
A partir de ese momento, conocido como el Nixon Shock, el dólar estadounidense (y el resto de monedas) dejaron de estar respaldados por oro.
Y aquí nació el dinero fiduciario: dinero que vale porque sí, porque el gobierno lo dice. Desde entonces es el medio de intercambio mundial, cada país con su divisa, pero todos utilizando billetes y monedas con el mismo valor real que los del Monopoly.
El dinero fiduciario se basa en el valor que le damos a esas monedas y billetes, por la confianza de una sociedad en los bancos centrales de cada país o en los bancos comerciales. Según Nixon, la medida era temporal, pero se les ha debido pasar con tanta guerra y hegemonía, porque así seguimos, viviendo en el mundo del dinero mágico.
¿Qué es el Dinero Fiduciario? (Sin Jerga Técnica que te Haga Explotar la Cabeza)
El dinero fiduciario es como la magia, pero sin varita ni chistera. Es un tipo de dinero que no está respaldado por nada tangible, como el oro o la plata. Su valor se basa en la confianza que tenemos en el gobierno y en los bancos (o sea, en que no la caguen demasiado). Es como creer en los Reyes Magos, pero en versión financiera.
En España, el dinero fiduciario es el euro. Y su valor lo decide el Banco Central Europeo (BCE), ellos son el emisor, los que imprimen los billetes, controlan la cantidad de dinero que hay en circulación (la oferta monetaria) y… ¡tachán! Crean dinero de la nada.
La oferta monetaria es la cantidad total de dinero que hay en circulación en una economía. Y el BCE, como buen mago de las finanzas, puede crearla o destruirla a su antojo. Se crea mediante regulación gubernamental y se acepta como moneda de curso legal.
En otras palabras, su valor lo determina el gobierno y no su demanda en el mercado. Aunque pueda parecer un sistema de dinero incómodo, a día de hoy es necesario para las transacciones cotidianas y para mantener una economía en funcionamiento, con sus ventajas y desventajas.
¿Por Qué Tu Dinero No Es Real? (La Cruda Realidad)
¿Recuerdas cuando te dije que el dinero fiduciario se crea de la nada? Pues sí, es como un truco de magia. Los bancos te prestan dinero que no tienen. ¿Cómo? Pues creando deuda. Imagina que pides un crédito de 10.000 € para comprarte un coche. El banco no te da 10.000€ que tenga guardados en una caja fuerte.
Simplemente, apunta en su ordenador que te debe esa cantidad (y que tú se la debes a él, claro). Y boom, esos 10.000 € se han creado de la nada. Es deuda que tienes que devolver con intereses (Que es como el banco gana dinero, claro). Y tú lo utilizas como medio de pago.
El Concursante: Una Clase Magistral de Finanzas (en Versión Peli)
Para que veas que no te estoy tomando el pelo, te dejo un fragmento de la película «El concursante». En esta escena, a Leonardo Sbaraglia le explican de forma magistral cómo funciona el sistema bancario (y cómo nos la cuelan con el dinero fiduciario):
Inflación y Devaluación: Los Gremlins de Tus Finanzas
La inflación y la devaluación son como los Gremlins de tus finanzas: pequeñitos, pero matones. Se comen tus ahorros sin que te des cuenta. La inflación es cuando los precios suben (y tu dinero vale menos). ¿Te acuerdas de cuando un café costaba 50 céntimos? Pues ahora cuesta más de un euro. Eso es la inflación, mi joven padawan.
Tu dinero vale menos, y cada vez puedes comprar menos cosas con él. Y la devaluación es cuando tu moneda pierde valor frente a otras monedas (y te cuesta más caro comprar cosas del extranjero). O a tu país importar de otros países. Pero, ¿cómo te afectan a ti?
Pues que cada vez puedes comprar menos cosas con el mismo dinero. Es como si te hubieran robado, pero sin que te des cuenta (y de forma totalmente legal). Y esto no es de ahora. Ya en la época de los romanos raspaban las monedas para acuñar otras nuevas y esto bajaba el valor de la moneda hasta que ya no hubo más que raspar.
Y es que el valor del dinero fiduciario es más manipulable de lo que nos gustaría. Tener Euros o cualquier dinero FIAT como reserva de valor (parado en al banco) es garantía segura de perder poder adquisitivo.
Cómo Proteger Tus Ahorros (y No Dejar que los Gremlins se los Coman)
¿Quieres proteger tus ahorros de los Gremlins financieros? Pues aquí te dejo algunos trucos ninja. Los dos últimos no es que te sirvan para proteger tu capital, sino más bien para tener un flujo constante en forma de dinero:
- Invierte en activos reales: Oro y plata, inmuebles… Son activos que tienen un valor intrínseco y que no se ven tan afectados por la inflación (o al menos, no tanto como el dinero fiduciario). Pero tienen que ser reales, el papel moneda tiene el mismo valor que el papel de oro o plata. Algunas personas utilizan las criptomonedas (especialmente el bitcoin) como el nuevo oro, y hombre, es lo opuesto a la forma de dinero fiduciario, pero no sé yo si llega a ser un dinero duro.
- Diversifica tus inversiones: No pongas todos los huevos en la misma cesta. Reparte tu dinero en diferentes activos para minimizar el riesgo. Invertir en fondos indexados es una buena opción (en dinero fiat), ya que te proporcionan exposición a una amplia gama de mercados y clases de activos diferentes.
- Diversifica la moneda de tus ahorros: El capital que mantengas en dinero fiduciario, no tienes por qué tenerlo todo en € (o cualquier otra única moneda nacional). Suena interesante tener la mayoría de FIAT en Francos Suizos. Siendo una moneda fiduciaria, la economía suiza me parece mucho más fiable que la europea (entiéndase UE).
- Crea fuentes de ingresos pasivos: Ingresos que te llegan sin que tengas que trabajar activamente, como los royalties de un libro, los ingresos por alquiler de un inmueble, o los ingresos de un negocio online que funciona en piloto automático.
- Aprende sobre finanzas personales: Cuanto más sepas, mejor preparado estarás para proteger tu dinero (y para tomar decisiones financieras inteligentes).
En resumen… ¡No Dejes que el Dinero Fiduciario te Controle! Toma el Control (de tu Dinero)
El dinero fiduciario es un tema complejo, pero fundamental para entender cómo funciona el sistema financiero y la política monetaria (y cómo evitar que te la cuelen). Si quieres dominar tus finanzas y proteger tus ahorros, no puedes ignorarlo.
Las autoridades monetarias son las que mantienen este sistema de dinero fiduciario funcionando, en el que la mayor parte del dinero no existe más allá de su apunte contable, a diferencia del dinero duro. Los bancos centrales (o la Reserva Federal en el caso de los EE. UU.) tienen la manivela de imprimir, pero los bancos comerciales también crean dinero nuevo de la nada.
Todo esto en pro de estabilizar la economía global, controlar la inflación, estimular el crecimiento y demás palabras bonitas. Claro que el gobierno puede tener algo que decir (de cualquier color y país). Y el control gubernamental no suele molar demasiado, y mucho menos si busca la estabilidad económica (a costa de tu libertad).
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