¿Te imaginas que cada niño en España, al nacer, recibiera 1.000 euros del Estado? No para pañales, ni para que sus padres se lo fundan en el último modelo de carrito con alerones, wifi, soporte para el café y lucecitas de neón. No. 1.000 euros invertidos directamente en un fondo que replique el IBEX 35, intocables hasta que cumpla 18 años.
Suena a ciencia ficción, ¿verdad? A una de esas promesas que suelta un político en campaña y que luego se pierde en el limbo de los «ya veremos» o los «es que he estado liado».
Pues en Estados Unidos, esto está a un paso de ser una realidad. Y el artífice de la jugada, de tapadillo y en una de esas leyes «autobús» donde se mete de todo, no es otro que Donald Trump, el sheriff de EE.UU.
Las Leyes «Autobús»: La Picaresca Política de Trump
Antes de meternos en la genialidad de la Cuenta Trump, hay que entender el «cómo».
Los políticos, sobre todo los más… peculiares, son expertos en colar goles por la escuadra. Usan lo que se conoce como «leyes autobús»: tochos legislativos con nombres rimbombantes como la «Ley para el Crecimiento, la Prosperidad y el Bienestar de las Ardillas del Parque», donde meten cientos de medidas que no tienen nada que ver entre sí.
Y en una de estas, el proyecto de “Ley de Crecimiento Económico y Seguridad Nacional”, Trump ha metido de todo.
Desde una propuesta de moratoria de 10 años para la regulación de la Inteligencia Artificial en la propuesta “Big Beautiful Bill” (una puta locura que, por suerte, el Senado ha tumbado con 99 votos en contra y 1 a favor, algo histórico), hasta la joya de la corona de la que te quiero hablar hoy.
Y toma nota, porque estas «artimañas» no son exclusivas de políticos con tupé oxigenado.
Porque seamos claros, Trump es un personaje. Tiene ideas que son un desastre y otras que, ya sea por casualidad o porque tiene a algún asesor con dos dedos de frente, son brillantes. Y esta es una de ellas.
La propuesta, bautizada como «Cheque Bebé», «Baby Bond» o «Cuentas Trump», es tan simple como demoledora: dar a cada niño nacido a partir del 1 de enero de 2025 1.000 dólares invertidos en el S&P 500. Y no durante ese año, sino hasta 2029.
A primera vista, puede parecer otra «paguita» más (en España hay algunos expertos), el «Pan y Circo» 2.0. Pero si te quitas las gafas de cínico (como me ha pasado a mí al principio) y lo analizas con la cabeza fría, te das cuenta de que esta no es una simple ayuda.
Es, posiblemente, la mejor lección de educación financiera y la solución más inteligente a largo plazo para el problema de las pensiones que he visto en mi vida. Y sí, me jode admitir que la idea es de Trump.
¿Recuerdas el Cheque Bebé Español? Pan para Hoy, Hambre para Mañana
Antes de desgranar la propuesta de Trump, hagamos un poco de memoria. Aquí en España ya tuvimos nuestro propio «cheque bebé», de la mano de Zapatero. Una ayuda de 2.500 euros por nacimiento. ¿La intención? Buena, supongo. ¿El resultado? Un fiasco.
Fue una medida cortoplacista, una inyección de dinero para el consumo inmediato. Una «paguita» para gastar en pañales, cunas y poco más. No enseñó nada, no construyó nada a largo plazo. Fue pescado, y no del bueno.
Ahora, comparemos esa chapuza con la jugada maestra que se propone al otro lado del charco.
La Jugada de Trump: Así Funciona el «Cheque Bebé 2.0»
El plan, que el propio Trump calificó como una medida «pro-familias» de bajos ingresos, es sencillo.
El gobierno federal crearía una «cuenta Trump» para cada niño nacido entre el 1 de enero de 2025 y el 31 de diciembre de 2028. En esa cuenta, se depositarían 1.000 dólares que se invertirían automáticamente en los mercados de valores, concretamente en un fondo que siga al S&P 500.
Ese capital inicial crecería gracias al poder del interés compuesto y no se podría retirar dinero hasta que el niño cumpla 18 años (y yo lo bloquearía hasta la edad de jubilación, fíjate tú. Ahora te cuento por qué).
¿Por Qué Esta Idea es una Puta Genialidad?
Esto no es una simple ayuda; es una estrategia con un triple beneficio que ya quisieran muchos de nuestros políticos.
1. Educación Financiera en Vena (y desde la Cuna)
Esto es lo más potente. Estás creando una generación entera que crecerá con una cuenta de inversión a su nombre. Desde niños, oirán hablar del S&P 500, del interés compuesto, de la rentabilidad. Verán con sus propios ojos cómo el mercado sube y baja. Es la mejor clase de finanzas personales que se puede dar.
2. Un Capital REAL para Empezar la Vida Adulta
Esos 1.000 dólares iniciales, con una rentabilidad media histórica, podrían convertirse en más de 5.000 dólares a los 18 años. No es una fortuna, pero es una ayuda cojonuda para la universidad (que con los préstamos estudiantiles yankis, es un puntazo), el pago inicial de una vivienda o para iniciar un pequeño negocio.
3. La Verdadera Solución al Drama de las Pensiones
Y aquí es donde la jugada se convertiría en una obra de arte. ¿Te imaginas que no pudieran tocarlo hasta los 65? Esos 1.000 dólares se convertirían en una cifra astronómica, creando jubilados financieramente independientes y aliviando la carga de un sistema de pensiones quebrado.
Y todo por un gasto público anecdótico, muy inferior a lo que cuesta llenar la hucha de las pensiones.
«¡Pero es un Anzuelo para Engancharlos al Sistema!»
Sí. Claro que sí. ¡Y bendito anzuelo!
Prefiero mil veces un sistema que «engancha» a la gente dándole propiedad, conocimiento y un patrimonio inicial, a un sistema como el nuestro, que te engancha a base de deudas, impuestos y la promesa de una pensión miserable.
Es la diferencia entre dar pescado y enseñar a pescar. El cheque bebé español fue pescado. Las «Cuentas Trump» son darte la mejor caña de pescar del mercado.
La Cara B: Barra Libre para la IA mientras te Regalan un Chupachús
Pero no todo es brillante en las leyes «autobús» de Trump. Mientras nos deslumbra con los «Baby Bonds», por la puerta de atrás ha colado otra medida que es para echarse a temblar. Y en este caso afecta a la fiscalidad.
La misma ley establece que las empresas podrán deducir de forma inmediata el 100% de todos sus gastos en entrenamiento de Inteligencia Artificial.
¿Qué significa esto? Que el Estado, con el dinero de todos, está subvencionando a las grandes tecnológicas para que pisen el acelerador a fondo en el desarrollo de una IA que, irónicamente, automatizará y eliminará muchos de los empleos a los que aspirarán los niños del «Cheque Bebé».
Es una jugada de trilero de manual: te doy un caramelo con una mano para que mires hacia un lado, mientras con la otra le doy carta blanca a las megacorporaciones para que construyan el futuro a su medida. Ya declaró la IA como un asunto de «seguridad nacional» en 2024, lo que en lenguaje político significa: «voy a hacer lo que me salga de la punta del pijo y no me podéis decir ni mú».
El futuro laboral… de la IA
A ver, yo soy por Inteligencia Artificial, me encanta y también me parece otra genialidad. La uso a diario y cada vez para más cosas. Y si bien, no espero que Skynet nos envíe a los terminator para liquidar a todos los bebés nacidos entre 2025 y 2029, si creo que deberíamos ser un poco más conscientes de lo que hacemos.
Debimos (o en este caso, debieron) aprender algo de la guerra fría con(tra) Rusia, pero ahora vamos con la guerra IA con(tra) China. Y sinceramente, no vale todo. Pero bueno. El futuro está aquí mismo. Y no se si la IA nos querrá exterminar, pero que vamos a tener un problema laboral, de los gordos, es un hecho.
Por suerte ya no soy el único que lo piensa y cada vez se unen mas voces.
«Ojos que no ven, hostia que te calzas»
¿Es esto un problema? No necesariamente, si se planifica y se toman medidas desde ayer. Se escucha hablar en algunos círculos de la Renta Básica Universal. Sinceramente no se si esto será la solución, personalmente no lo creo, pero al menos es una idea. Pero habría que pensar más.
Porque el trabajo nos afecta a todos. Y el paro nos va a afectar más. Y a nuestra economía doméstica ni te cuento.
Que si, que desaparecerán trabajos y aparecerán otros nuevos. Que esta peli ya la hemos visto. Pero mientras si o mientras no, el meneo a la economía mundial va a ser curioso como no hagamos algo YA.
El problema es que estas medidas no se si gustarán a todos. Pero no hacer nada y esconder la cabeza no hará que el problema desaparezca, sino que la hostia sea más gorda.
En resumen…
La jugada de Trump es una mezcla de genialidad y picaresca. Por un lado, nos deja una lección magistral de cómo se podría solucionar el problema de la educación financiera (y yo te la amplío para paliar como mínimo, lo de las pensiones) con una idea brillante y de bajo coste.
Una idea que deberíamos estar exigiendo aquí, en lugar de conformarnos con parches y paguitas.
Por otro lado, nos enseña que nunca hay que fiarse de las apariencias. Las grandes leyes suelen esconder medidas que benefician a unos pocos mientras la mayoría estamos distraídos con el «pan y circo» de turno.
La clave, como siempre, es tener una visión crítica, no tragar con todo lo que nos cuentan y, sobre todo, construir nuestra propia fortaleza financiera. Porque después de estos fuegos de artificio (ideales para su 4 de Julio), la mejor ayuda no es la que te da el Estado, sino la que te construyes tú mismo.
La única pega, como siempre, es que el gobierno no meta sus zarpas, porque no hay nadie peor para administrar dinero que el estado. Si se blinda para que sea intocable, la jugada es brillante. Una lección de visión a largo plazo que ya podríamos estar copiando aquí. Aunque me temo que a nuestros políticos les gusta más la foto y la paguita a corto plazo, que da más votos.
El futuro se construye hoy. Y en EE.UU., aunque sea de la mano del personaje más inesperado, acaban de poner la primera piedra para una generación financieramente más inteligente y, por tanto, más libre.


