Cuando digo la palabra, “Invertir”, ¿qué te viene a la mente?
Para la mayoría de la gente, es la versión de Hollywood de la palabra, es decir, plantas a rebosar de corredores de bolsa gritando / órdenes de compra y venta, las imágenes de los magnates que ganan millones en un comercio espectacular, o la caída de precios de las acciones y los inversores saltando de los rascacielos.
¿Te gustaría invertir tu dinero y obtener buenos rendimientos sin complicarte la vida? ¿Crees que la inversión es solo para expertos o para gente con mucho dinero? Si es así, estás cayendo en el mito de invertir, que te impide aprovechar las oportunidades que te ofrece el mercado financiero.
En este artículo, te voy a mostrar cómo acabar con el mito de invertir y empezar a ganar dinero con fondos indexados, una forma sencilla, barata y eficaz de invertir en bolsa. Te explicaré qué son los fondos indexados, cómo funcionan, cuáles son sus ventajas y cómo puedes acceder a ellos desde España.
Los fondos indexados son el vehículo de inversión ideal para el 99% de los inversores. Además, te daré algunos consejos prácticos para crear tu propia cartera de fondos indexados y seguir una estrategia de inversión a largo plazo que te permita alcanzar tus objetivos financieros.
Ojo, el largo plazo son décadas, no meses. Mínimo 10 años; pero es deseable que sean más de 20.
Si quieres aprender a invertir de forma inteligente y rentable, sigue leyendo y descubre cómo acabar con el mito de invertir y empezar a ganar dinero con fondos indexados.
Qué es un fondo indexado
Un fondo indexado es un tipo de fondo de inversión que trata de replicar el comportamiento de un índice bursátil (como el Ibex 35, el S&P 500 o el MSCI World) o un índice de renta fija (como el Euro Stoxx 50 o el Bloomberg Barclays Global Aggregate).
Un índice bursátil es un conjunto de acciones seleccionadas según unos criterios determinados (como la capitalización bursátil, el sector o la región) que representan el comportamiento del mercado o de una parte del mismo.
Un índice de renta fija es un conjunto de bonos emitidos por gobiernos o empresas que reflejan el rendimiento de este tipo de activos.
La ventaja de los fondos indexados es que no necesitan un gestor humano que decida qué acciones o bonos comprar o vender, sino que simplemente siguen las reglas del índice al que se ajustan. Esto implica que tienen unos costes y unas comisiones mucho más bajos que los fondos tradicionales, que son gestionados activamente por profesionales.
Además, los fondos indexados suelen tener un mejor rendimiento que los fondos tradicionales, ya que la mayoría de los gestores no consiguen batir al mercado a largo plazo. Según un estudio del IESE, el 95% de los fondos gestionados en España no baten en rentabilidad a su propio índice de referencia.
Desde la perspectiva de la inversión global, diversificada, accesible y de bajo coste,los fondos indexados son la mejor alternativa para la mayoría de inversores.
Cómo invertir en fondos indexados desde España
Para invertir en fondos indexados desde España tienes dos opciones: hacerlo por ti mismo o delegarlo en un roboadvisor.
Si quieres hacerlo por ti mismo, necesitas abrir una cuenta en una plataforma online que te permita acceder a los mejores fondos indexados del mundo. Algunas de estas plataformas son Myinvestor, Finizens o Indexa Capital.
- Invertir en indexa capital (Me parece la mejor opción si tienes más de 3.000 € o también puedes traspasar algún fondo que tengas perdido en otra entidad).
- Invertir en MyInvestor (De momento es la mejor opción si tienes entre 150 y 3.000 € (cartera gestionada) y la mejor opción para montar tu propia cartera indexada (manual)).
Estas plataformas te ofrecen una amplia variedad de fondos indexados de gestoras tan importantes como Vanguard o Amundi, con unos pocos clics y unas comisiones muy bajas.
Sin embargo, para invertir por ti mismo también necesitas tener unos conocimientos mínimos sobre cómo crear tu propia cartera de fondos indexados, cómo elegir los fondos adecuados según tu perfil de riesgo y tus objetivos, y cómo hacer los rebalanceos periódicos para mantener la proporción deseada entre los distintos activos.
Si no quieres complicarte la vida o no tienes tiempo para aprender, puedes optar por delegar tu inversión en un roboadvisor. Un roboadvisor es un servicio online que te crea y gestiona una cartera de fondos indexados personalizada según tus características y preferencias.
Un roboadvisor te hace unas preguntas sobre tu edad, tu situación financiera, tu horizonte temporal y tu tolerancia al riesgo, y en base a eso te propone una cartera de fondos indexados diversificada y adaptada a ti.
Además, el roboadvisor se encarga de hacer los rebalanceos periódicos, de optimizar la fiscalidad y de ajustar la cartera según cambien tus circunstancias o el mercado.
Estos servicios te cobran una comisión por la gestión de tu cartera, que suele rondar el 0,5% anual. Aunque esta comisión es superior a la que pagarías si invirtieras por ti mismo, puede compensarte si valoras la comodidad, la tranquilidad y el ahorro de tiempo que te ofrece un roboadvisor.
Cómo crear tu propia cartera de fondos indexados
Si decides invertir por ti mismo en fondos indexados, necesitas saber cómo crear tu propia cartera. Una cartera es el conjunto de fondos indexados que eliges para invertir tu dinero.
Lo primero que debes hacer es definir tu perfil de riesgo. El perfil de riesgo es el grado de aversión o tolerancia al riesgo que tienes como inversor. El riesgo es la posibilidad de que tu inversión sufra pérdidas o tenga una rentabilidad inferior a la esperada.
El perfil de riesgo depende de varios factores, como tu edad, tu situación financiera, tu horizonte temporal y tu personalidad. En general, cuanto más joven, más rico, más lejano y más valiente seas, mayor será tu perfil de riesgo. Y viceversa.
El perfil de riesgo se suele clasificar en tres categorías: conservador, moderado y agresivo. Un inversor conservador es aquel que prefiere preservar su capital y evitar las pérdidas, aunque eso signifique obtener una rentabilidad menor. Un inversor moderado es aquel que busca un equilibrio entre rentabilidad y riesgo, asumiendo cierto nivel de fluctuación en su inversión. Un inversor agresivo es aquel que busca maximizar su rentabilidad, asumiendo un alto nivel de riesgo y volatilidad en su inversión.
Lo segundo que debes hacer es definir tu objetivo financiero. El objetivo financiero es el propósito o la meta que quieres alcanzar con tu inversión. Puede ser ahorrar para la jubilación, comprar una casa, viajar por el mundo o lo que sea que te motive.
El objetivo financiero te ayuda a determinar el horizonte temporal de tu inversión, es decir, el plazo en el que quieres conseguirlo. El horizonte temporal influye en el nivel de riesgo que puedes asumir con tu inversión. Cuanto más largo sea el plazo, mayor será el riesgo que puedes tolerar. Y viceversa.
El objetivo financiero también te ayuda a calcular el importe que necesitas invertir y la rentabilidad que necesitas obtener para lograrlo. Para ello puedes usar una calculadora financiera como esta.
Lo tercero que debes hacer es elegir los fondos indexados que compondrán tu cartera. Para ello debes tener en cuenta dos criterios: la diversificación y la asignación de activos.
La diversificación consiste en repartir tu dinero entre diferentes tipos de activos (como acciones o bonos), sectores (como tecnología o salud), regiones (como Europa o Asia) y estilos (como crecimiento o valor). La diversificación te permite reducir el riesgo específico de cada activo y aprovechar las oportunidades que ofrece cada mercado.
La asignación de activos consiste en decidir qué proporción de tu dinero vas a invertir en cada tipo de activo (como acciones o bonos). La asignación de activos te permite ajustar el nivel de riesgo y rentabilidad de tu cartera según tu perfil y tu objetivo.
En general, se recomienda invertir una mayor parte de tu dinero en acciones que en bonos, ya que las acciones tienen una mayor rentabilidad esperada a largo plazo. Sin embargo, también tienen una mayor volatilidad, lo que significa que pueden sufrir mayores caídas en el corto plazo. Por eso, es importante tener una parte de tu dinero en bonos, que son más estables y te protegen de las crisis.
La proporción exacta de acciones y bonos que debes tener en tu cartera depende de tu perfil de riesgo y de tu horizonte temporal. Como regla general, puedes usar la siguiente fórmula para calcular el porcentaje de acciones que debes tener:
% de acciones = 100 – tu edad
Por ejemplo, si tienes 30 años, deberías tener un 70% de tu cartera en acciones y un 30% en bonos. Si tienes 50 años, deberías tener un 50% en acciones y un 50% en bonos. Y así sucesivamente.
Esta fórmula es solo una aproximación, y puedes ajustarla según tus preferencias personales. Lo importante es que seas coherente con tu nivel de riesgo y que no cambies tu asignación de activos por impulsos emocionales.
Una vez que hayas decidido la proporción de acciones y bonos que quieres tener en tu cartera, debes elegir los fondos indexados que te permitan diversificar entre los diferentes tipos, sectores, regiones y estilos de activos.
Para ello puedes usar la siguiente tabla como referencia:
Tipo de activo | Sector | Región | Estilo | Ejemplo de fondo indexado |
---|---|---|---|---|
Acciones | Tecnología | Estados Unidos | Crecimiento | Vanguard Information Technology ETF |
Acciones | Salud | Europa | Valor | Amundi MSCI Europe Health Care UCITS ETF |
Acciones | Emergentes | Asia | Mixto | Vanguard FTSE Emerging Markets ETF |
Bonos | Gubernamentales | Global | Corto plazo | Amundi Index JP Morgan GBI Global Govies UCITS ETF |
Bonos | Corporativos | Eurozona | Largo plazo | Vanguard Eurozone Inflation-Linked Bond Index Fund |
Estos son solo algunos ejemplos, y puedes encontrar muchos más fondos indexados en las plataformas que te he mencionado antes. Lo ideal es que elijas al menos un fondo indexado por cada tipo, sector, región y estilo de activo, para tener una cartera lo más diversificada posible.
Cómo seguir una estrategia de inversión a largo plazo
Una vez que hayas creado tu cartera de fondos indexados, debes seguir una estrategia de inversión a largo plazo que te permita alcanzar tu objetivo financiero.
La estrategia que te recomiendo se basa en tres principios: invertir periódicamente, reinvertir los dividendos y rebalancear la cartera.
Invertir periódicamente significa aportar una cantidad fija de dinero a tu cartera cada mes, trimestre o año, independientemente de cómo esté el mercado. De esta forma aprovechas el efecto del interés compuesto, que hace que tu dinero crezca exponencialmente con el tiempo.
Además, al invertir periódicamente también aplicas la estrategia del dollar cost averaging (DCA), que consiste en comprar más barato cuando el mercado baja y más caro cuando el mercado sube. Así reduces el riesgo de comprar en el momento equivocado y consigues un precio medio más favorable.
Reinvertir los dividendos significa reinvertir el dinero que recibes por los beneficios que reparten las empresas o los bonos en los que inviertes. De esta forma aumentas el capital invertido y aceleras el crecimiento de tu cartera.
Rebalancear la cartera significa ajustar la proporción de cada fondo indexado en tu cartera según la asignación de activos que hayas definido. De esta forma mantienes el nivel de riesgo y rentabilidad deseado y evitas desviarte de tu plan.
Para rebalancear la cartera puedes usar dos métodos: el método del calendario o el método del umbral. El método del calendario consiste en rebalancear la cartera cada cierto tiempo (por ejemplo, cada año o cada semestre). El método del umbral consiste en rebalancear la cartera cada vez que la proporción de un fondo indexado se desvía de un porcentaje establecido (por ejemplo, un 5% o un 10%).
Para rebalancear la cartera puedes usar dos técnicas: la técnica de las aportaciones o la técnica de las ventas. La técnica de las aportaciones consiste en usar el dinero que inviertes periódicamente para comprar los fondos indexados que están por debajo de su proporción deseada. La técnica de las ventas consiste en vender los fondos indexados que están por encima de su proporción deseada y comprar los que están por debajo.
En resumen…
En este artículo te he mostrado cómo acabar con el mito de invertir y empezar a ganar dinero con fondos indexados, una forma sencilla, barata y eficaz de invertir en bolsa.
Te he explicado qué son los fondos indexados, cómo funcionan, cuáles son sus ventajas y cómo puedes acceder a ellos desde España.
También te he dado algunos consejos prácticos para crear tu propia cartera de fondos indexados y seguir una estrategia de inversión a largo plazo que te permita alcanzar tus objetivos financieros. Si quieres que entre en detalles en cualquiera de estos aspectos, dímelo en los comentarios.
Espero que este artículo te haya sido útil y que te animes a invertir en fondos indexados. Recuerda que invertir no es un juego ni una cuestión de suerte, sino un proceso aburrido, aburrido y casi mecánico de hacerse rico con un plan.
Si tienes alguna duda o comentario, puedes dejarlo abajo y te responderé lo antes posible. Y si quieres aprender más sobre cómo invertir en fondos indexados, te recomiendo que leas estos libros:
- El pequeño libro para invertir con sentido común: El mejor método para garantizar la rentabilidad en bolsa, de John C. Bogle.
- Un paso por delante de Wall Street: Cómo utilizar lo que ya sabes para ganar dinero en bolsa, de Peter Lynch.
- El inversor inteligente: Un libro de asesoramiento práctico, de Benjamin Graham.