¿Te has preguntado alguna vez cómo se forran los ricos? ¿Te crees que invertir es solo comprar barato y vender caro? ¡Despierta, mi joven Padawan! Eso es para pagafantas. No es por arte de magia (ojalá), sino porque saben la diferencia entre ganancias de capital y flujo de efectivo. Y tú, mi joven Padawan, estás a punto de descubrir el secreto (y dejar de currar como un burro).
Los verdaderos cracks de las finanzas saben que la clave está en el flujo de efectivo, pero no solo. Este conocimiento te separa del rebaño, te pone un paso adelante del 99% de la población y es la diferencia fundamental entre los ricos y todos los demás. Los ricos invierten para generar cash flow (flujo de efectivo).
Este artículo te va a abrir los ojos (y la cartera). Aprenderás la diferencia entre ganancias de capital y flujo de efectivo (y cómo dejar de currar como un burro para que tu dinero trabaje para ti). ¿Quieres ser un looser o un crack de las finanzas?
¿Inviertes para fardar o para retirarte a los 40?
Los ricos no invierten para presumir de yates y Lamborghinis en Instagram (curiosamente, los que hacen eso no suelen ser ricos). Invierten para generar flujo de efectivo, ese chute de pasta constante que te permite vivir la vida loca (sin tener que vender un riñón ni currar como un desgraciado).
La gente normal (los pobres y la clase media wannabe) invierten (si es que invierten) para obtener ganancias de capital. Compran algo, esperan que suba como la espuma y lo venden (si no han palmado pasta antes). Veamos en que consisten ambas opciones. Esto nos gusta mucho en España, que somos de la idea del “pelotazo” (lotería, criptomoneda del momento, burbuja del ladrillo, etc.)
Ganancias de Capital: El espejismo de la riqueza
Las ganancias de capital se basan en la creatividad y son como una montaña rusa: suben, bajan y te dejan el estómago del revés. Compras algo barato, lo vendes caro y ¡zasca! Ganancia de capital. Suena chupi, pero es un curro del quince. Tienes que estar todo el día más atento que un halcón, buscando oportunidades, negociando, vendiendo… Un jaleo.
Las ganancias de capital no tienen nada de malo, siempre y cuando tengas planeado reinvertir esas ganancias para adquirir ingresos residuales o de flujo de caja. Lo malo es que se trata de un ingreso de única ocasión, ya que tienes que vender el activo para generar el ingreso. En otras palabras, matar a la gallina de los huevos de oro.
Ejemplo:
Compras un piso por 200.000 pavos y lo vendes por 300.000. ¡100.000 machacantes de ganancia! ¡A celebrarlo con champán! 🍾 Pero ojo, que la fiesta se acaba. Si quieres volver a ganar, tienes que volver a empezar: buscar otro piso, reformarlo, venderlo… Un ciclo sin fin, como el del rey León.
La fórmula mágica (sin magia, solo curro): Comprar barato, vender caro, repetir hasta el infinito y más allá (o hasta que te dé un infarto).
El lado bueno: Si reinviertes esas ganancias para generar cash flow, la cosa cambia. Pero eso lo vemos ahora.
Ingresos Residuales o de Flujo de Efectivo (Cash Flow): La gallina de los huevos de oro (en versión 2.0)
¿Qué es el flujo de efectivo y cómo calcularlo? El flujo de efectivo es la auténtica salud, la gallina de los huevos de oro (pero en versión moderna, sin plumas ni cacareos). Compras algo (un activo) y te genera pasta de forma periódica (sin tener que venderlo). ¡Eso sí que es vivir la vida loca!
Otra de las ventajas del flujo de efectivo es que te proporciona liquidez monetaria que puedes usar para tus transacciones habituales de ingresos y gastos o para comprar bienes o servicios, ya sea como activos o para optimizar tu nivel de vida. Es como una forma de subirte el sueldo.
Ejemplo:
Compras un piso por 300.000 € y lo alquilas por 1.000 €/mes. ¡Cash flow mensual de 1.000 €! Y sin tener que mover un dedo (bueno, al principio un poco, pero luego ya va solo). ¿Quieres saber cómo calcular el flujo de efectivo? Aquí te lo explico.
Dos opciones para comprar ese piso (y no arruinarte en el intento):
- Con pasta (la tuya o la de tu abuela): Pagas 300.000 € al contado y te llevas 1.000 €/mes limpios (después de pagar la comunidad, el IBI y demás gracias). Eso es un 4% de rentabilidad anual. Ese es tu Retorno sobre tu Inversión, o ROI. No está mal, ¿no?
- Sin pasta (la del banco, of course): Pides un préstamo o hipoteca de 300.000 € (a un interés del… lo que te quieran clavar). Pagas, pongamos, 800 €/mes de hipoteca y te llevas 1.000 € de alquiler. Cash flow mensual de 200 €. No es tanto como en la opción 1, pero oye, ¡el piso no te ha costado un duro! (Bueno, sí, te costará los intereses de la hipoteca, pero ya me entiendes).
El truco del almendruco: Reinvierte esos 200 € para generar más cash flow. El interés compuesto es tu amigo. Y mientras vas consiguiendo aumentar tu patrimonio gracias al maravilloso mundo de la amortización.
La fórmula mágica (la del currante inteligente): Esfuerzo inicial + Sistema = Ingresos pasivos recurrentes para vivir la vida que te da la gana.
La pregunta es, ¿cuántas de estas propiedades puedes darte el lujo de mantener? Espero que tu respuesta haya sido, “tantas como pueda encontrar”.
OJO: Date cuenta de que esto es solo un ejemplo del mundo inmobiliario. A lo largo de mi blog tienes mil y un ejemplos de ingresos pasivos que puedes empezar sin tanto jaleo (ni tanta ganancia, claro está).
En resumen…
Si quieres tener unas finanzas personales saneadas, debes conocer que existen dos métodos y que tienes que aplicar ambos si quieres hacer una buena gestión contable. No se trata de elegir entre ganancias de capital o flujo de efectivo. Se trata de combinar ambas como un cóctel molotov financiero. Usa las ganancias de capital como nitro para generar cash flow.
Los ingresos residuales se basan en sistemas. En crear los sistemas de trabajo para lograr que el activo genere dinero y crezca por sí mismo.
Ejemplo:
Vendes un piso (ganancia de capital) y usas ese dinero para comprar otro piso y alquilarlo (flujo de efectivo). ¡Boom!
En el ejemplo que te mencione, al conservar el activo, tienes que tener un sistema para administrarlo. Lo más sencillo es contratar a una inmobiliaria (o algún experto) que se encargue de la administración, para que tú te enfoques en lo que quedamos. En encontrar más propiedades y no en arreglar inodoros. ¿Tiene sentido?
Y así infinitamente. Solo tienes que hacer una cosa bien una vez y, a continuación, recibir ingresos por lo que hiciste de por vida. ¿Te parece atractivo este tipo de ingreso?
Aprende de mis errores (que yo ya los he cometido por ti para que no las repitas):
Al principio, yo también me la pegué. Pensaba que las ganancias de capital eran el demonio y que solo el cash flow era la gloria bendita. BRRRR ERROR. Como todo en la vida, no hay bueno o malo, sino un término medio. Las ganancias de capital son un acelerador para generar flujo de efectivo. Usa los dos métodos con cabeza en tu gestión financiera (y no te flipes).
Y tú, ¿Qué opinas? ¿Conocías la diferencia entre ganancias de capital y ganancias residuales?
¿Quieres saber más sobre cómo hacer que tu dinero trabaje para ti (y no al revés)? Haz mi test de salud financiera y descubre en qué nivel estás.