El préstamo de dinero de tus amigos y familiares (conocido por sus siglas en inglés FFF: Friends, Fools and Family, es decir, Amigos, locos y familiares) puede ser un negocio difícil. El riesgo de arruinar tu relación con las personas que te prestan dinero es probablemente una de las mayores preocupaciones.
Incluso si tienes una de las mejores ideas de negocios pequeños en el planeta, es necesario pensar en cómo preguntas a la gente para invertir en él. Si lo haces bien, obtendrás el dinero, el negocio y fortalecerás tus relaciones. Si fracasas, podrás perder los tres.
Hace muchos años, tuve que pedir dinero prestado a familiares y amigos. Así lo hice, y conseguí lo que quería, y pagamos a todos de vuelta. Todos somos todavía una gran familia feliz. Todo el proceso dejo el dinero y el matrimonio de todos intactos. ¿Quieres saber como lo hice?
Vamos al lío, que pedir un préstamo a tus amigos o familiares para tu negocio puede ser más complicado que ponerle un GPS a una cabra montesa. Si no lo haces bien, te arriesgas a perder no solo el dinero, sino también la relación. Así que aquí te dejo una guía para que sepas cómo pedir la pasta sin que acabes cenando con los peces.
1. Plantea escenarios realistas
Por favor, sé realista. Imagina que tu cuñado viene a pedirte un dinero. ¿Qué tipo de plan te gustaría ver? No te pongas en plan Hollywood, que esto no va de sueños imposibles. Antes de pedir un céntimo, siéntate y haz los deberes: define el mejor y el peor escenario posible para tu negocio.
¿Qué pasará si todo va según lo planeado? ¿Y si se va todo al garete? Ten un plan para ambos casos, porque lo primero que va a pensar quien te preste el dinero es: “¿Y si esto se va al carajo?”.
¿Has explicado los mejores y peores escenarios? Demuestra cuándo es razonable que puedas pagar los préstamos.
Explica claramente cómo esperas que el negocio genere flujo de caja y cuándo crees que podrás devolver el préstamo. No dejes espacio para las dudas, porque si las cosas se ponen feas, lo último que necesitas es que te reclamen lo que no puedes pagar.
2. Prueba tu plan con alguien de confianza
Una vez que hayas formulado tu plan y antes de lanzarte a pedir dinero, pasa tu plan por la lupa de alguien que sepa más que tú o tenga más experiencia. Es posible que hayas olvidado algo. Aquí no vale el colega que siempre te da la razón; necesitas críticas constructivas.
Si esa persona te dice que algo no cuadra, no te pongas a la defensiva. Mejor que te lo diga antes de que sea demasiado tarde. Trabaja duro para ver si están en lo correcto, especialmente si lanzas una bola curva (es decir, si el proyecto es complicado).
3. Haz una lista de posibles candidatos
Con un buen plan por escrito, piensa en quién podría estar interesado y a quién vas a acercarte. No te acerques al primero que tenga pasta. Solo ve a personas que sean razonables, que puedan permitirse el lujo de perder el dinero sin que les cause un infarto, y que no sean un dolor de muelas.
Solamente porque alguien tenga dinero, no se convierte en candidato. Recuerda que, una vez pides dinero a alguien, te conviertes en su socio, quieras o no. Y ojo, que no todos tus amigos serán buenos socios. Los amigos de Don Corleone en El Padrino se enteraron por el camino difícil.
4. No tengas expectativas
No esperes nada, así te evitas chascos. Ve con la mente abierta y acepta que te pueden decir que no. Sé sincero y directo sobre tus intenciones y la seriedad de tu proyecto. Es la única manera de mantener la relación intacta, pase lo que pase.
5. Ten un plan B
¿Qué harás si todos te dicen que no? Piensa en ello antes de empezar a pedir. Si que te digan “no” significa que el negocio no podrá despegar, asegúrate de que estás preparado para eso. Si no puedes aceptarlo, mejor que ni te molestes en pedir, podrás ir con demasiada energía y estrés.
Este plan B te permitirá ir a las reuniones con menos presión, lo que a menudo lleva a mejores resultados. Una vez que puedas aceptar tu peor resultado, serás capaz de mantener tus relaciones, independientemente de cómo sucedieron las cosas.
6. Cumple tus promesas
No importa qué ofreciste, debes entregar eso mismo o más. Si eso significa conseguir un segundo o tercer trabajo para hacerlo… hazlo. Únicamente eres tan bueno como tu palabra. Las excusas no significan nada. La gente no es estúpida. Además, esa palabra es lo que quedará de ti.
Si has prometido algo, cúmplelo. No importa lo difícil que sea, si dijiste que devolverías el dinero en 6 meses, hazlo aunque tengas que trabajar 24/7. Tu palabra es tu mayor activo, y si fallas, te aseguro que la próxima vez nadie estará dispuesto a prestarte ni un duro.
En resumen…
Si sigues estos pasos, tendrás muchas más posibilidades de conseguir el dinero que necesitas sin destrozar tus relaciones personales. Además, estarás mostrando una madurez y una responsabilidad que seguramente impresionarán a quienes te rodean.
Y recuerda, si necesitas una ayudita extra con la parte financiera, echa un ojo a mis recursos sobre cómo gestionar mejor tu dinero . ¡Mucho ánimo y a por todas!
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¿Cuál fue tu experiencia recaudando dinero de la familia? ¿Te fue bien? ¿Cuáles fueron los factores críticos de éxito? ¿Qué harías diferente hoy?