Una de las peores situaciones financieras en las que uno se puede encontrar es verse incluido en los denominados «ficheros de morosos». Esto significa que se debe dinero a terceros y se ha incumplido de forma reiterada el pago de las deudas contraídas. Si has recibido una carta advirtiéndote de tu inclusión en un fichero de morosos, no desesperes. Existen varias formas de solucionar esta situación que, lamentablemente, cada vez afecta a más españoles. A continuación, te explico los pasos que puedes seguir para intentar solucionar esta situación:
- Negocia un plan de pagos con tus acreedores. Lo más recomendable es ponerse en contacto lo antes posible con los acreedores a los que se les adeuda dinero o solicitar un periodo de carencia de 6-12 meses para aplazar el pago, ganar tiempo y mejorar la situación económica. Antes de que te incluyan en el fichero de morosos, puedes contactar con ellos y proponer un plan de pagos adaptado a tus ingresos mensuales. Si aceptan, podrás ir cancelando la deuda poco a poco.
- Pide un aplazamiento o fraccionamiento de la deuda. Si tu situación económica debería mejorar pronto, solicita un aplazamiento de 6-12 meses. Así ganarás tiempo y podrás luego pagar el total o fraccionarlo en cuotas más asequibles.
- Acógete a la Ley de Segunda Oportunidad. Si demuestras que estás en situación de insolvencia real y no puedes hacer frente a tus deudas, esta ley aprobada en 2015, te permite la exoneración de hasta el 100% de ellas, tras los últimos cambios.
Por último, en deudas de pequeñas cuantías, los acreedores suelen estar más dispuestos a condonar la deuda total o parcialmente, especialmente si el origen de la deuda fue un impago involuntario. Para cada situación concreta, lo mejor es informarse bien de los derechos que asisten al deudor y las alternativas a su alcance. Además de asesorarse ante cualquier duda, es recomendable dejar constancia por escrito de todos los contactos y acuerdos alcanzados con los acreedores. Los puedes necesitar si la cosa va a más.
Negocia un plan de pagos personalizado
Lo primero que se debe hacer al recibir la carta de moroso es ponerse en contacto con los acreedores para negociar el pago de la deuda. Explica tu situación económica actual y las dificultades que tendrías para hacer frente al pago del importe total de golpe. Los acreedores suelen estar interesados en llegar a un acuerdo para no perder la deuda y a menudo aceptarán establecer un plan de pagos a medida, con cuotas mensuales adaptadas a tus ingresos. Para negociar en las mejores condiciones, prepara toda la documentación que acredite tus ingresos y gastos.
Deja claro que tu interés es saldar la deuda, pero que el pago del total de una sola vez no es viable. Pregunta por las opciones de fraccionamiento o aplazamiento (lo vemos en detalle en el siguiente punto) y negocia cuotas lo más bajas posible y un periodo de carencia inicial si es necesario. Si se prevé que la situación económica pueda mejorar en un futuro cercano, puede ser la mejor opción. De esta forma se logra ganar tiempo para mejorar los ingresos y cancelar las deudas sin la necesidad de estar en los ficheros de insolvencia.
En función de la cuantía de la deuda y tu pericia negociando, puedes plantearte negociar tú mismo con los acreedores o contratar los servicios de un gabinete de abogados especializado en esta materia. Si no puedes asumir el coste, algunos gabinetes ofrecen la primera consulta gratuita o la posibilidad de fraccionar los honorarios en el plan de pagos.
Otra opción es solicitar una quita parcial de la deuda, extinguiendo el resto mediante un plan de pagos. Los acreedores pueden aceptar condonar parte de la deuda, especialmente si esta se ha contraído por un impago involuntario y se tiene constancia de dificultades económicas. Cuantas más facilidades en el pago ofrezcas, mayores posibilidades habrá de que accedan a una quita sustancial.
En muchos casos, antes de acabar en los ficheros de morosos, los acreedores suelen ofrecer la posibilidad de negociar un plan de pagos adaptado a la capacidad económica de la persona. Aceptar esta propuesta, incluso aunque sea inferior al importe total, puede evitar la inclusión en los ficheros de morosos e ir cancelando la deuda de forma parcial cada mes.
Si la negociación no prospera y te incluyen en el fichero de morosos, todavía puedes intentar negociar el plan de pagos, aunque las condiciones probablemente serán menos favorables. En cualquier caso, no desistas y sigue negociando mientras se tenga interés en el cobro de la deuda.
Pide un aplazamiento o fraccionamiento de la deuda
Si la negociación de un plan de pagos no prospera o no resuelve por completo la situación, otra opción es solicitar a los acreedores un periodo de aplazamiento o fraccionamiento de la deuda. Esto supone posponer el pago durante unos meses, normalmente de 6 a 12 meses, o dividir el importe en un número mayor de cuotas para abaratar las mensualidades.
Para solicitar un aplazamiento o fraccionamiento, de nuevo es recomendable ponerse en contacto con los acreedores y exponerles la situación personal o familiar que dificulta afrontar el pago de la deuda en las condiciones actuales. Debes mostrar voluntad de pago, aunque sea de forma fraccionada o aplazada. Los acreedores valorarán especialmente la seriedad y compromiso mostrado, así como la viabilidad real de la propuesta planteada.
Al solicitar un fraccionamiento o aplazamiento, es importante dejar por escrito la petición y recoger la confirmación de recepción y de la decisión adoptada por los acreedores. De esta forma, se tendrá constancia de los contactos realizados y se podrán reclamar los derechos en caso de no recibir respuesta o esta no ser favorable.
Si no es posible pagar la deuda ni mediante fraccionamiento o aplazamiento, la última opción para evitar la inclusión en ficheros de morosos es acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad si se cumplen los requisitos para la exoneración total o parcial de las deudas. Pero, ¿Cómo funciona exactamente?
Acógete a la Ley de Segunda Oportunidad (Ley de exoneración de deudas)
¿De verdad puedo cancelar mis deudas legalmente? Por increíble que te pueda parecer, la respuesta es que sí. Lo primero que hay que tener claro es que esta ley es totalmente real y efectiva. Si no es posible llegar a un acuerdo de pago con los acreedores o las cuotas a abonar siguen siendo inasumibles aún con aplazamientos o quitas, otra vía para quedar liberado de las deudas y evitar la inclusión en ficheros de morosos es acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. La Ley de la Segunda Oportunidad se aprobó en el año 2015 con el objetivo de rescatar a todas aquellas personas que están atravesando una mala situación económica y no pueden hacer frente a sus deudas.
Es posible acogerse a esta ley incluso habiendo sido incluidos en los ficheros de morosos o habiendo sufrido un embargo. De esta forma, España ya tiene una ley que permite cancelar las deudas y se suma a países como Alemania, Francia y Estados Unidos. Antes de la aprobación de esta ley, las deudas sencillamente no podían eliminarse de ninguna forma y dejaban a nuestras espaldas una pesada carga de por vida.
Ahora, gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad (recientemente modificada y denominada Ley de exoneración de deudas), se establece un marco legal adecuado para que también los particulares y autónomos de este país, en situación real de insolvencia, puedan eliminar sus deudas y empezar de cero. Además, la nueva Ley de exoneración de deudas es mucho más sencilla, por lo que eliminar las deudas se ha vuelto más fácil, rápido y económico.
Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, se debe demostrar que no se pueden hacer frente a las deudas contraídas y que se han realizado esfuerzos por lograr un acuerdo extrajudicial de pagos. Una vez acreditada la insolvencia, el juez puede exonerar al deudor del 100% de las deudas, con algunas excepciones como las deudas públicas. El proceso para solicitar la exoneración es gratuito, pero conviene informarse bien sobre los requisitos y plazos a cumplir.
Antes de iniciar el proceso, valora la cuantía y situación real de tus deudas y si reúnes los requisitos para acogerte a la ley. Si cuentas con asesoramiento profesional, todo el proceso será más ágil y con mayores posibilidades de éxito. Como en otros casos, deja constancia por escrito de todos los trámites realizados.
Contrata un asesoramiento profesional (si es posible)
Si la situación económica es complicada y las deudas significativas, lo ideal es contratar los servicios de un gabinete de abogados especializado en derecho de consumo y deudas. Estos profesionales pueden asesorarte sobre la mejor vía para resolver tu situación: negociación de planes de pagos, fraccionamientos, aplazamientos, quitas o acogimiento a la Ley de exoneración de deudas si procede.
Los abogados evaluarán tu situación económica y patrimonial para determinar las alternativas viables y las posibilidades reales de éxito. Además, gestionarán todo el papeleo y contactos con los acreedores, lo que te permitirá centrarte en tu trabajo y familia. Aunque supone un gasto, el asesoramiento experto puede ser una inversión rentable si permite eliminar las deudas o lograr condiciones de pago mucho más sostenibles.
No obstante, si la situación económica es tan complicada que no puedes asumir los honorarios de un gabinete de abogados, existen algunas alternativas. Algunos profesionales trabajan con honorarios contingentes, cobrando solo si se obtienen resultados positivos (por ejemplo, si se logra un acuerdo de pagos o la exoneración de deudas). Otros aplican tarifas por éxito, con un porcentaje de la deuda cancelada. En cualquier caso, busca gabinetes con experiencia en situaciones similares a la tuya y lee opiniones de clientes para asegurarte de su efectividad y seriedad.
A la hora de elegir un gabinete, si puedes permitírtelo, fíate de referencias de familiares, amigos o asociaciones de consumidores. Compara presupuestos y métodos de pago y asegúrate que están especializados y tienen experiencia en casos similares al tuyo. Lee opiniones de clientes y comprueba que no tienen denuncias o conflictos pendientes.
En resumen…
Como has visto, existen varias vías legales para hacer frente a las deudas y evitar la inclusión en ficheros de morosos. Lo primero es ponerse en contacto con los acreedores y negociar planes de pagos adaptados a tus ingresos y posibilidades. Si esta opción no es viable, puedes solicitar fraccionamientos, aplazamientos e incluso quitas parciales de la deuda. Y en situaciones de insolvencia reconocida, acogerte a la Ley de exoneración de deudas, te permitirá quedar libre de tus deudas y empezar de cero.
Para maximizar las posibilidades de éxito, es recomendable documentarte bien sobre tus derechos y deberes como deudor y las alternativas a tu alcance. Y si tu situación económica es muy complicada, no lo dudes y busca el asesoramiento de un profesional especializado. Con dedicación y la ayuda adecuada, siempre se encuentra una salida a los problemas de deudas. Y si ya te han incluido en Asnef o RAI ya te he contado que debes hacer.
Si después de leer este artículo te quedan dudas sobre algún tema concreto o quieres profundizar más en algún punto, no dudes en dejarme un comentario o mandarme un mensaje en la página de contacto.